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Los datos que más asustan de las previsiones del FMI que no cuenta el Gobierno: inflación, paro y deuda

Cuatro síntomas preocupan en el FMI: el paro encastillado por encima del 12%, déficit crónico, deuda incontrolada y la inflación más dañina.

Cuatro síntomas preocupan en el FMI: el paro encastillado por encima del 12%, déficit crónico, deuda incontrolada y la inflación más dañina.
El director senior del Centro Europeo en el Atlantic Council, Jorn Fleck; la vicepresidenta primera del Gobierno español y ministra de Economía, Nadia Calviño; el director senior del Centro de Geoeconmía del Atlantic Council, Josh Lipsky, y el embajador español en Washington, Santiago Cabanas, durante un evento organizado en el marco de las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, | EFE

Parece que los informes de coyuntura económica, como los que ha publicado este martes el Fondo Monetario Internacional, son como el vaso que algunos ven medio lleno y otros medio vacío. Estas previsiones se pueden cumplir o no. El FMI, al igual que otros muchos centros de estudio y organismos internacionales, pronosticó en octubre de 2021 que la inflación tocaría techo ese mismo otoño y que en 2022 llegaría a niveles prepandemia. En aquel momento en España el IPC superaba el 5%. En 2022, llegó a superar el 10%. Sirva este ejemplo para destacar el carácter orientativo y efímero de este tipo de previsiones. Pero como previsiones, lo que tratan de hacer es proyectar el comportamiento que tendrán las principales magnitudes de los estados en función de los valores que presentan en la actualidad y el impacto que el desarrollo económico puede tener sobre ellos.

Así, el Gobierno y muchos de sus voceros dirán del informe publicado este martes por parte del FMI que España será el país que más crezca de los países desarrollados, que adelantará a este año la recuperación de los niveles prepandemia (probablemente olviden recordar que somos el único país desarrollado que todavía no lo ha conseguido) y que este 2023 España será el país con el IPC más bajo de los países desarrollados.

Es más, sólo algunas crónicas destacan algunos de los datos que no invitan a compartir la euforia que sugieren estas conclusiones. Sí, el FMI mejora sus previsiones de crecimiento para España este año hasta el 1,5%, pero empeora las que tenía para el que viene y las deja en el 2%. Más allá del PIB, macromagnitud que ocupa todos los titulares, el FMI apunta una tendencia peligrosa en otras magnitudes que explican el desplome del crecimiento en 2024 que pronostica el organismo: España sería la economía más vulnerable de sus iguales desarrollados en materia de inflación y empleo.

La economía más vulnerable ante la inflación

Una de las conclusiones más preocupantes del informe del FMI es el relativo a la inflación. Pese a que emplea los datos de IPC que emanan del INE y que hablan de una fuerte bajada en las últimas cifras, debido al efecto escalón estadístico, evidencia la vulnerabilidad de nuestra economía frente a esta realidad.

En primer lugar el FMI estima que los niveles de inflación no volverán al 2% hasta 2025 en Europa. En España, el índice de precios al consumo (IPC) estará alrededor del 3,2% el próximo año. Sin embargo, pese a situarse por debajo de la inflación media para las economías europeas avanzadas (5,6%), España estará por encima de la media (3%) en 2024. Esto no ocurrirá ni en Francia ni en Italia que, pese a partir de niveles de crecimientos de precios más elevados que en España, lograrán frenar los precios de forma más rápida.

Y es que España, a diferencia de otros países de nuestro entorno, continúa beneficiándose de los programas de recompra de deuda del BCE (el mecanismo anti desacople), de la recepción de fondos europeos, de la revalorización de las pensiones y de un gasto público en tasas récords. Todos ellos, elementos que actúan ante la inflación como la gasolina al fuego.

Incapaces de bajar la tasa de paro

Por mucho que Yolanda Díaz se empeñe cada mes en sacar músculo de su reforma laboral y presumir de haber acabado con la temporalidad y haber disparado la creación de empleo (metiendo debajo de la alfombra una media aproximada de un millón de desempleados que no aparecen en las estadísticas), lo que reflejan las perspectivas del FMI es que el paro en nuestro país seguirá siendo una de las bestias negras y estará encastillado por encima del 12% durante los próximos años. Según sus proyecciones, la tasa de paro estará en el 12,6% este año, en el 12,4% el siguiente, pero que en 2028 sería todavía del 12,1%. Es decir, que no bajará del 12% prácticamente en esta década.

Algo que choca con otro de los datos positivos que querrá destacar el FMI y es el récord de ocupación por encima de los 20,6 millones de ocupados en 2024.

Campeones en déficit y deuda

Tampoco veremos presumir a los miembros del Gobierno de que España continúe siendo campeón en déficit público. El descuadre de nuestras cuentas es inasequible al desaliento, incluso con los récords de recaudación que está registrando el Ejecutivo gracias al efecto de la inflación, multiplicando el empobrecimiento de los españoles. El FMI prevé que el déficit presupuestario caiga al 4,5% en 2023 desde el 6,9% del año pasado, limitándose al 3,5% del PIB en 2024, pero repuntando nuevamente un año después, con un desequilibrio negativo del 3,8% en 2025 y del 4% del PIB en cada uno de los tres años restantes de las previsiones. Es decir, que seguiremos en números rojos, casi durante toda al década, según este organismo.

Evidentemente esto habla de que la deuda tampoco se frenará. No dejará de aumentar en cada año, pasando de 1,356 billones estimados para 2023 hasta los 1,666 billones en 2028. En relación con el PIB, la ratio de deuda se moderará ligeramente desde el 110,4% del PIB proyectado para este año hasta algo más del 108% en 2024 para situarse en el 109,3% en 2028. Es decir, que el Gobierno seguirá vendiendo que la deuda se reduce en porcentaje sobre PIB cuando en realidad lo que estará haciendo es aumentarla sin control.

En definitiva, un informe del FMI que servirá al Gobierno para sacar pecho, pero que, en esencia, deja al desnudo las peores debilidades de nuestra economía, esas que no se han corregido cuando los vientos estaban a favor y que van a hacer sufrir a nuestra estructura productiva ahora que vuelven, según indican todos los analistas, las vacas flacas.

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