La Semana Santa tira del empleo en 2023. La Seguridad Social ganó una media de 206.410 cotizantes en marzo respecto al mes anterior (+1%). Se trata de un máximo histórico que el mercado laboral ha alcanzado gracias al sector clave en estas fechas: la hostelería. Este sector sumó más de 71.000 afiliados (un 5,6% más) por las contrataciones de propias de esta festividad. ¿Qué pensará ahora el ministro de Consumo, Alberto Garzón, que considera "estacional y precaria" esta actividad?
Así, al finalizar marzo, el número total de cotizantes a la Seguridad Social en valores medios se situó en 20.376.552 personas, lo que no ha tardado en celebrar el Gobierno. En el último año, la Seguridad Social ha ganado 542.049 afiliados en valores medios, con un crecimiento interanual del 2,73%.
Por el lado del desempleo, el número de parados en marzo bajó en 48.755 personas en relación al mes anterior (-1,67%) impulsado por el mismo efecto vacacional. Esto significaría que el número oficial de parados se situó en 2.862.260 desempleados, "su menor cifra en este mes desde 2008", según ha destacado el Ministerio deTrabajo.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en las cifras de afiliación y paro registrado que hemos conocido este martes debido a que esconden un importante maquillaje estadístico que adultera considerablemente los números. Tanto es así, que si sumamos la última cocina de Yolanda Díaz a las cifras de paro "oficial" (que son los demandantes de empleo con relación laboral) tendríamos como resultado un "paro efectivo" de más de 3,4 millones de personas.
Enmascarar la temporalidad
En marzo se registraron 1.315.095 contratos, un 21,3% menos que en el mismo mes de 2022. De todos ellos, 615.674 fueron contratos indefinidos, cifra que supera en un 19,8% a la de marzo de 2022. Y aquí está una de las claves del maquillaje gubernamental.
Y es que, con la entrada en vigor de la reforma laboral de Yolanda Díaz, los empresarios se vieron obligados a convertir contratos temporales en indefinidos, pero eso no significa que los empleados se vayan a quedar para siempre en la empresa. Por tanto, no se mejora la estabilidad laboral en absoluto.
Y lo comprobamos aquí: de los 615.674 contratos indefinidos que celebra Yolanda Díaz, 180.909 contratos son fijos-discontinuos, que cuando no hay actividad no trabajan. Además, 150.557 son contratos indefinidos a tiempo parcial. Es decir, más del 50% de esos indefinidos de los que presume el Gobierno son indefinidos precarios.
Además, si tenemos en cuenta que cuando los fijos – discontinuos no trabajan no cuentan como parados en los datos oficiales, la trampa estadística es redonda para el Ejecutivo. A día de hoy se estima que hay 600.000 personas en esta situación, por ello el dato del paro efectivo de los 3,4 millones de personas.