Aunque el Gobierno presuma de que el descenso en la ocupación es menor que en otros primeros trimestres de años anteriores, la realidad es que los datos que arroja la Encuesta de Población Activa (EPA), son malos, dejando ver el agotamiento del impulso dado por la anestesia del sector público, ya que la economía productiva está sufriendo por el empeoramiento de toda la estructura económica. Los datos son los siguientes:
Se destruye empleo en España en el ITR-2023, al disminuir en 11.100 personas el número de ocupados respecto al trimestre anterior. No es una buena noticia que, desgraciadamente, se destruya empleo. Por sexos, cae el empleo en 52.800 personas entre los hombres y sube en 41.700 personas entre las mujeres.
La ocupación baja entre los menores de 25 años, con importante destrucción, de 16.000 empleos, en el tramo entre 16 y 19 años. Es sumamente preocupante, pues España tiene la segunda tasa de paro juvenil más alta de la UE.
Y no se pierde más empleo porque éste se está repartiendo: cae el empleo a tiempo completo en 34.700 personas y aumenta el empleo a tiempo parcial en 23.600 personas. Especialmente importante es la caída de 8.800 empleos en el sector privado. En tasa interanual, cae el número de trabajadores por cuenta propia (autónomos) en 43.400 personas (aunque aumenta trimestralmente).
Por sectores, aumenta trimestralmente el empleo en el sector servicios (+7.800), pero desciende en el resto de sectores: industria (-11.200), agricultura (-5.000) y construcción (-2.700).
En términos interanuales, el incremento de empleo se queda en menos de la mitad de lo que crecía el mismo trimestre del año pasado: 368.000 en el ITR-2023 frente a 877.900 del ITR-2022.
Especialmente preocupante es la destrucción de empleo en términos interanuales que se produce en la agricultura (-79.500 empleos) y en la construcción (-18.200 empleos), ya que este último actúa siempre como indicador adelantado y la comparación interanual, que elimina estacionalidad, muestra un descenso en el empleo en el sector, que junto con la caída de hipotecas y de compraventa de viviendas indica que se desacelera, anticipando la desaceleración de la economía.
Y ni siquiera el Gobierno puede presumir de datos de ocupación trimestral, primero, porque caen y, segundo, porque aunque la caída sea menor que en años anteriores, no es peor gracias a que dos regiones gobernadas por el PP, Andalucía y Madrid, lideran la creación de empleo en el trimestre, con 66.300 empleos y 31.400 empleos más, respectivamente. Andalucía también lidera la creación de empleo en términos interanuales, con 109.700 empleos más. Por tanto, no son las políticas del Gobierno las que crean un marco adecuado para la generación de actividad económica y empleo, según parecen indicar los datos.
En cuanto al paro, sube el desempleo en 103.800 personas (33.000 más que el mismo trimestre del año pasado), y junto con el ITR-2020, afectado entonces por la pandemia, es la mayor subida de paro en un ITR desde el peor momento laboral de la anterior crisis, en 2013. Esto contrasta, de nuevo, con el comportamiento del paro en una región gobernada por el PP, como es la Comunidad de Madrid, donde frente a ese mal dato de paro a nivel nacional, tiene el mejor dato trimestral de paro de los últimos doce años, junto con 2021.
Además, las mayores bajadas trimestrales de paro se dan también en dos regiones gobernadas por el PP: Andalucía (-19.100 parados) y Madrid (-16.200 parados). Los mayores incrementos se dan en regiones gobernadas por los socialistas y la izquierda: Baleares, Canarias y Cataluña.
En términos interanuales, el paro cae sólo en 43.000 personas, el peor dato de paro interanual de un primer trimestre, junto con 2020 y 2021, afectados por la pandemia, desde 2014.
De hecho, entre Andalucía (-30.000 parados interanual) y Madrid (-27.000 parados interanual), baja más el paro que en el conjunto nacional en términos interanuales. Si no fuese por la bajada del paro en Andalucía y Madrid, el paro subiría en el conjunto nacional en términos interanuales.
Es un descenso interanual de paro diez veces menor que el del mismo trimestre del año pasado a nivel nacional.
La tasa de paro sube 4 décimas y se sitúa en el 13,26%. En términos trimestrales, sube con fuerza el paro en los servicios (+147.700 parados más), en la construcción (+18.600) y en la industria (+12.400). Aumenta en 7.800 los hogares con todos sus miembros activos en paro y se sitúa en 1.055.300 hogares.
Este mal dato laboral se produce fruto de una equivocada política económica de Sánchez, que está endeudando a los españoles y creando nuevos impuestos, que provoca que las inversiones se esfumen y, con ello, la actividad económica y el empleo, generando, además, una inseguridad jurídica e incertidumbre que empeora las expectativas y que deteriora, todavía más, la economía y el empleo. Las políticas aplicadas tienen sus consecuencias.