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José María Rotellar

El espejismo laboral de los datos de empleo de los que presume el Gobierno

Este mes descienden con fuerza los contratos indefinidos en tasa interanual. No se crea empleo, sino que se reparte el empleo.

Este mes descienden con fuerza los contratos indefinidos en tasa interanual. No se crea empleo, sino que se reparte el empleo.
EFE

Aunque el Gobierno festeje los datos de empleo, la tendencia sigue siendo descendente. Nos encontramos ante un espejismo provocado por la anestesia del gasto público y la estacionalidad de la Semana Santa, donde más que crearse empleo, se reparte; donde ya empiezan a caer los contratos indefinidos, al acabarse el efecto estadístico generado por el artificio de la conversión normativa de temporales en fijos-discontinuos; donde cae el número total de contratos; donde se ralentiza la creación de autónomos; y donde son dos regiones gobernadas por otro partido distinto al del Gobierno, Andalucía y Madrid, quienes lideran el descenso del paro y la creación de empleo, como podemos comprobar a continuación.

Paro registrado

El paro baja en 73.890 personas, pero la bajada mensual es casi 13.000 personas menor que la bajada del mismo mes del año pasado, cuando cayó en 86.260 personas, con lo que la bajada se ralentiza un 14,34% sobre el ritmo del mismo mes de 2022.

Además, es la bajada más suave del paro desde el peor momento laboral de la anterior crisis, 2013, sin contar los dos años más marcados por las restricciones de la pandemia (2020 y 2021).

Y la bajada se debe fundamentalmente a la temporada de Semana Santa, pues eliminando la estacionalidad la bajada se queda en 2.646 personas.

Y si no es peor el dato en abril se debe a que esa bajada es impulsada por dos CCAA gobernadas por el PP: Andalucía, donde más baja (-20.551 parados) y la cuarta, Madrid (-6.215 parados).

Por otra parte, en tasa interanual baja en 234.133 personas, que es el cuarto peor dato interanual de los últimos diez años, con lo que la bajada no es especialmente destacable para este mes, hecho que muestra la ralentización interanual de la bajada del paro, comparando períodos homogéneos. La bajada se queda en la cuarta parte de lo que bajaba en abril del año pasado.

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De nuevo, la bajada de paro interanual no se ralentiza más gracias a que donde más baja es en Andalucía (-64.958 personas) y a la cuarta región donde más desciende, que es Madrid (-19.525 personas).

Los demandantes de empleo ocupados, donde se encuadran los indefinidos fijos-discontinuos que cesan actividad, disminuye en 70.226 personas en marzo, que muestra que son empleos realmente temporales los que están incrementando gran parte del incremento de la afiliación, ya que en la temporada en la que están activos –como la turística de Semana Santa – dejan de ser demandantes de empleo.

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Si los sumamos a los 123.463 personas en los que aumentó en octubre, a las 110.697 que aumentó en noviembre, a las 31.227 en que se incrementó en diciembre, a las 28.014 personas en que se incrementó en enero, a las 4.571 personas en las que se incrementó en febrero y al descenso en 64.186 personas de marzo, llegamos a la cifra de 163.560 nuevos demandantes de empleo ocupados, que se explicarían por el cese de actividad de fijos-discontinuos, que antes, al cesar actividad pasaban a la situación de parados y ahora quedan excluidos de la relación del paro registrado.

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Contratos

El número de contratos registrados baja en 292.777 contratos en tasa interanual. Esto supone una nueva bajada en tasa interanual (-20,19%) por undécimo mes consecutivo.

Este mes descienden con fuerza los contratos indefinidos en tasa interanual, haciéndolo un 24,06%, equivalente a 168.109 contratos indefinidos menos en tasa interanual, que demuestra que los incrementos del año pasado se debían al artificio de la reforma laboral, que obliga a la transformación de temporales en indefinidos fijos-discontinuos. Además, más de la mitad de los contratos indefinidos del mes son o a tiempo parcial o fijos-discontinuos.

Por tanto, no se crea empleo, sino que se reparte el empleo, como bien mostró la EPA del ITR-2023 y la contabilidad nacional trimestral de dicho trimestre, que indica que caen las horas trabajadas.

En 2022 hubo, al menos, un artificio de más de un millón y medio de este tipo de contratos acumulado en el año, con muchos trabajadores que firman varios contratos indefinidos a lo largo del mes al haberse prohibido la contratación temporal y no optar algunas empresas por la figura del fijo-discontinuo, sino por breves contratos indefinidos. En enero, febrero y marzo de 2023, prosiguió el efecto del artificio normativo, que empieza ahora a corregirse, por comparación estadística, en abril.

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Fuente: elaboración propia a partir de datos oficiales del Ministerio de Trabajo

Cuando dichos contratos, antes temporales, acababan, engrosaban las listas del paro. Al pasar a fijos discontinuos, cuando cesan actividad no son considerados parados (de hecho, el incremento de los demandantes de empleo ocupados en la suma global de los últimos meses indica la merma en los datos de paro que antes se contabilizaban por este motivo y que por los propios datos que dio el ministerio en una respuesta parlamentaria a una pregunta escrita cifró en casi medio millón de parados no contabilizados).

Afiliación

El número de afiliados crece en 238.436 personas, que, aunque es el mayor aumento desde 2002, se debe, en gran parte, a la Semana Santa, ya que al desestacionalizar el aumento se queda en 128.824 personas.

De hecho, en términos interanuales se desacelera, quedando reducida a la mitad el crecimiento interanual de afiliados sobre la cifra del mismo período del año anterior.

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Además, ese aumento de afiliación interanual se debe al impulso de Madrid, que lidera la creación de empleo, con 142.177 afiliados, y Andalucía, la tercera región en creación de empleo interanual, con 98.758 afiliados más.

Los autónomos crecen en 12.958 personas, pero, en términos homogéneos con el mismo período de otros años, se ralentiza, ya que es el cuarto peor registro de los últimos diez años.

De hecho, en tasa interanual es el peor dato de autónomos de los últimos diez años -salvo el año 2020, en plenas restricciones por la pandemia-, al aumentar sólo en 2.558 personas.

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Desde febrero de 2020 hay 49.633 empresas menos.

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Por tanto, más allá del espejismo, la realidad sigue siendo la desaceleración del mercado laboral.

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