Continúa el periodo pre-electoral y, con él, la pelea de la izquierda por ver quién propone la medida más radical e intervencionista. Esta vez le ha tocado a Podemos quien ha puesto sobre la mesa su intención de crear un nuevo impuesto del 20% para quien venda su casa antes de que hayan pasado dos años después de adquirirla.
Según defienden, el impuestazo se aplicará cuando se detecte un claro fin "especulador". Así lo ha afirmado en twitter el propio Pablo Echenique. "Si alguien compra una vivienda y (sin que medie causa de fuerza mayor) la vende antes de 2 años, proponemos que se le aplique un nuevo impuesto del 20%. Quien quiera especular, que lo haga con diamantes. Las casas son para vivir y que se cumplan los DDHH".
Si alguien compra una vivienda y (sin que medie causa de fuerza mayor) la vende antes de 2 años, proponemos que se le aplique un nuevo impuesto del 20%. Quien quiera especular, que lo haga con diamantes. Las casas son para vivir y que se cumplan los DDHH. https://t.co/VKE2cgOpeW
— Pablo Echenique (@PabloEchenique) May 4, 2023
Echenique, además, ha declarado ante medios de comunicación que "ya está bien" que haya "millones de jóvenes y de familias trabajadoras que tienen problemas para acceder a la vivienda, mientras otros juegan al 'Monopoly' con un bien básico destinado a cubrir un derecho humano". Y, por ello, llevarán esta propuesta en todas sus candidaturas para las próximas elecciones autonómicas y municipales que se darán el próximo 28 de mayo.
Desde la formación morada explican que su intención es implementar una serie de excepciones puesto que su objetivo es perseguir acciones con un carácter "claramente especulativo" y la "beneficios económicos en el muy corto plazo". Para ello, este hipotético impuesto no se aplicaría en casos "de fuerza mayor" como un cambio repentino de domicilio.
No obstante, lo que se trata de condenar y limitar es la inversión. La compra de casas para rehabilitarlas y después venderlas en mejores condiciones será también algo gravado. Y es que estas acciones generan ese beneficio tan detestado por Podemos a la vez que sirven para aumentar la oferta de viviendas y, muchas veces, convertir edificios inhóspitos en un buen hogar.
Lo que ya se paga por vender una casa
En muchos lugares se paga ya el impuesto de plusvalía municipal que grava los incrementos de valor que ha tenido un terreno de naturaleza urbana desde que se adquirió. Este tributo es recordado por haber sido anulado por el Tribunal Constitucional por afectar en los casos en los que el contribuyente sufre pérdidas en la operación de transmisión. Esto obligó al Gobierno a crear una nueva plusvalía a contrarreloj estableciendo dos fórmulas diferentes –un "sistema objetivo" y una plusvalía "real"– con las que esquivó la sentencia evitando perder dinero.
Pero, además del célebre impuesto, si alguien tiene beneficios de forma que su patrimonio se incrementa tras un proceso de compraventa de vivienda debe rendir cuentas con Hacienda a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Sin olvidarnos, claro está, de todas las tasas relacionadas con la operación como los gastos en el Registro de la propiedad, el certificado energético o la cédula de habitabilidad. Y, en caso de ser una vivienda de obra nueva, habrá que pagar un IVA del 10%.
Con todo, la solución para Podemos no pasa por disminuir impuestos y tratar de aumentar la oferta para rebajar el precio sino que optan por dificultarla y, a través de la vivienda de protección oficial a la que supuestamente iría destinada la recaudación con el impuestazo, controlarla para que cada vez más personas dependan del Estado y no de sí mismos para poder resguardarse debajo de un techo.