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La reforma de las pensiones de Sánchez condena a 20 años de subidas de cotizaciones a las rentas que superan la media

Cualquier sueldo cercano a 60.000 euros será bombardeado durante dos décadas con subidas de cotizaciones que no darán derecho a una mayor pensión.

Cualquier sueldo cercano a 60.000 euros será bombardeado durante dos décadas con subidas de cotizaciones que no darán derecho a una mayor pensión.
José Luis Escrivá. | Europa Press

El efecto de la reforma de las pensiones de Pedro Sánchez no acabará con su mandato. O se anula por completo esa reforma o los trabajadores con bases de cotización a la Seguridad Social que superen la media entrarán en una rampa de subidas continuas durante nada menos que 20 años. Así es el castigo programado por la izquierda en un texto cuya vigencia superará las próximas elecciones generales.

El castigo aparece perfectamente descrito en la norma, pero sólo se verá su pleno efecto devastador a partir de 2025. La bomba legislativa se encuentra en la disposición transitoria cuadragésima segunda. Allí se describe la "aplicación de la cotización adicional de solidaridad". Y allí se puede leer el mecanismo de subida a lo largo de 20 años de las cotizaciones para todos los que superen en un 10% o más el nivel máximo de cotización de los trabajadores españoles: "La cuota adicional de solidaridad a la que se refiere el artículo 19 bis será el resultado de aplicar a cada tramo de retribución que supere la base máxima de cotización los siguientes porcentajes expresados en tanto por ciento, durante cada año desde el año 2025 hasta el año 2045". Veinte largos años de herencia socialista de subida programada de cotizaciones si no se deroga esa norma.

El problema es que la base máxima de cotización se alcanza con mucha mayor frecuencia de lo que mucha gente piensa. Según la Orden PCM/313/2023 y la Orden PCM/74/2023, la base de cotización máxima ha quedado fijada, a partir del 1 de enero de 2023, en la cuantía de 4.495,50€ mensuales. Es decir, las bases máximas para 2023 son de 4.495,50€ mensuales ó 149,85€ diarios. La base de cotización es sencillamente el salario total mensual de un trabajador que cuenta con una nómina. Y se mide en bruto, no en neto, por lo que se incluyen las horas extra, las pagas extra prorrateadas y las vacaciones retribuidas y no disfrutadas si las hubiera. En resumen, que una persona con 54.000 euros de ingresos anuales rebasa ese nivel máximo de cotización. Y en cuanto supere ese nivel en poco menos de 5.400 euros al año, automáticamente entra en la rampa específica de castigo durante 20 años que ha programa el Gobierno de Pedro Sánchez. Traducido: cualquier sueldo bruto cercano a los 60.000 euros será bombardeado durante dos décadas por medio de subidas prefijadas de las cotizaciones sociales que, además, no darán derecho al cobro de una mayor pensión. Serán pagos a fondo perdido.

El castigo evolucionará, además, desde el 0,92% en 2025 –año de inicio del saqueo extra programado– hasta el 7% en 2045. Y cada año de esas dos décadas seguirá subiendo.
Desde el PP señalan, además, que gran parte de las medidas se trasladan al año 2024, 2044, 2045, 2050 incluso 2065 lo que acredita una "patada hacia delante". Un patada que puede quedar en su territorio de mandato si ganan las próximas elecciones generales.

Los populares señalan igualmente que es "inaudito que no se haya negociado ni dialogado con el principal partido de la oposición y que se ha aislado el debate del Pacto de Toledo. Sólo se ha consensuado esta reforma con los sindicatos". El resultado para el PP se resume en "más costes laborales = menos y peores empleos" porque "son todos los trabajadores los que van a soportar el coste de la reforma con más impuestos y sufriendo además, en algunos casos, recortes proporcionales de sus pensiones a futuro".

Y es que la reforma no incluye una sola reducción del gasto para cuadrar las cuentas del sistema y opta únicamente por subir los impuestos. Así, la esperada reforma del ministro socialista José Luis Escrivá carga contra la economía productiva los ajustes urgentes que necesita el sistema de pensiones para garantizar su supervivencia.

Y los golpes son variados y tocan, efectivamente, a todos los trabajadores. Así, se suben las bases máximas: entre 2024 y 2050 se irán subiendo las bases sumándole a la cuantía anual del IPC una cuantía fija de 1,2 puntos porcentuales. Y las pensiones máximas se revalorizarán año a año con la cuantía anual del IPC más un incremento adicional de 0,115 porcentuales acumulativos cada año hasta 2050. "A partir de 2050 y hasta 2065 habrá incrementos adicionales" advertía desde el inicio el texto.

Además, surge una cuota de solidaridad para la parte del salario que actualmente no cotiza por superar el tope máximo de cotización, que será de hasta el 1,17% en 2025 e irá aumentando a un ritmo medio de 0,25 puntos por año hasta llegar hasta el 7% en 2045.

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