Nadie confía en que la reforma de las pensiones que ha elaborado José Luis Escrivá tenga la capacidad de equilibrar las cuentas de la Seguridad Social, que se supone que es su principal objetivo. Una tromba de organismos y casas de análisis ya han vaticinado el fracaso de un plan a largo plazo en el que no hay una sola reducción del gasto para reducir el agujero del Estado y sólo se decanta por subir los impuestos.
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) es uno de los think tanks que mayor seguimiento está haciendo de la reforma del ministro socialista. Este miércoles, el organismo de Ángel de la Fuente publicaba un documento que reúne los resultados de sus dos informes anteriores que analizan los efectos presupuestarios de la reforma de Escrivá y los compara con las estimaciones del propio Ministerio de Seguridad Social.
La principal conclusión a la que llega Fedea es demoledora: la reforma de Escrivá agravaría más el problema porque plantea un aumento de gasto mayor que el de la subida de impuestos con la que pretende compensarlo. "En ausencia de medidas correctoras, la reforma aumentaría mucho más el gasto en pensiones que los ingresos por cotizaciones, condenando al sistema público de pensiones a un déficit básico importante y rápidamente creciente (al menos de 2030 en adelante, pero posiblemente desde antes) que habría que cubrir con ingresos generales, dejando poco margen para otras prioridades" señala el texto.
Las tres estocadas a las cotizaciones sociales que plantea Escrivá, y que Fedea cree que no serán capaces de sufragar al aumento del gasto, son las siguientes:
- El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) que consiste en un aumento de las cotizaciones sociales de 1,2 puntos para todos los niveles salariales (más de 20 millones de trabajadores por cuenta propia y ajena) y supondrá un aumento de la recaudación de 4 décimas de PIB. Cabe recordar que el 1 de enero de este año ya ha subido un 0,6% (0,5% a cargo de la empresa y 0,1% a cargo del empleado).
- El incremento de las bases máximas de cotización: generará ingresos al sistema por otras 4 décimas de PIB.
- La cuota de solidaridad (cotización de entre 5,5% y el 7% a las rentas que excedan la base máxima de cotización) aumentará los impuestos al trabajo en 1 décima.
Pero, a pesar de este golpe fiscal, Escrivá plantea en su reforma aumentos del gasto superiores a los ingresos debido a la revalorización de las pensiones al IPC, a incrementar todavía más las pensiones mínimas o a reforzar "el complemento de género".
Eso sí, como ya publicó Libre Mercado, la fórmula de Escrivá tiene letra pequeña porque si el déficit se desvía respecto de lo previsto, el Gobierno se compromete a volver a subir todavía más las cotizaciones sociales, a incrementar otro tipo de impuestos o a hacer recortes.
La estocada a las cotizaciones será mayor
Y Fedea ya ha hecho números sobre cuánto supondría esa subida de impuestos extra. Según sus cálculos, el Gobierno tendría que subir cotizaciones entre tres y casi cuatro puntos más a través del MEI, lo que "pondría en cuestión la propia lógica de una reforma que necesitaría correcciones importantes desde el mismo momento de su aprobación". También resulta "cuestionable" para Fedea el propio diseño del mecanismo corrector, "pues su aplicación dejaría al sistema con un déficit básico todavía importante, un 3,2% del PIB en promedio entre 2022 y 2050 y en torno al 5% en 2050".
"La cláusula de salvaguarda en última instancia obliga a subir las cotizaciones sociales para evitar que el déficit del sistema se dispare" apunta Fedea. Esta cláusula se activará si se dan tres escenarios que ha planteado el Gobierno y que corroborará la AIReF. "A partir de marzo de 2025, con una periodicidad trianual, la AIReF publicará y enviará al Gobierno un Informe de Evaluación con las proyecciones del impacto estimado de las medidas adoptadas a partir de 2020 para fortalecer los ingresos del sistema público de pensiones en el periodo 2022-2050 y calculará el impacto medio anual de estas medidas en porcentaje del PIB para este periodo, utilizando los mismos supuestos macroeconómicos y demográficos del último Informe de Envejecimiento publicado por la Comisión Europea" reza el texto del Gobierno. Los tres escenarios son los siguientes:
- Si el impacto anual medio de las medidas de ingresos es igual al 1,7% del PIB, la AIReF comprobará que el gasto medio bruto público en pensiones en el periodo 2022-2050 del último Informe de Envejecimiento no supere el 15% del PIB.
- Si el impacto anual medio de las medidas de ingresos es superior al 1,7% del PIB, la AIReF comprobará que el gasto medio bruto público en pensiones en el periodo 2022-2050 del último Informe de Envejecimiento no supere el 15% del PIB más la diferencia entre el impacto medio anual estimado de las medidas y 1,7%.
- Si el impacto anual medio de las medidas de ingresos es inferior al 1,7% del PIB, la AIReF comprobará que el gasto medio bruto público en pensiones en el periodo 2022-2050 del último Informe de Envejecimiento no supere el 15% o del PIB menos la diferencia entre el impacto medio anual estimado de las medidas y 1,7%.
En caso de que se produzca algún exceso en alguna de estas tres situaciones, el Ejecutivo tendrá que subir impuestos o realizar recortes. De lo contrario, "el tipo de cotización adicional del MEI se aumentaría de inmediato para compensar un 20% del exceso de gasto previsto y se seguiría aumentando al mismo ritmo cada año hasta corregir totalmente el exceso de gasto" señala Fedea. Como se observa en el siguiente cuadro, el think tank calcula que la subida de cotizaciones extra que tendrá que llevar a cabo el Gobierno será de entre 3 y 3,8 puntos, mientras que las previsiones de Escrivá no contemplan tener que activar este mecanismo de emergencia. Es decir, mientras el Gobierno sólo estima que tendrá que subir cotizaciones sociales 1,2 puntos, sin subida extra, Fedea calcula que la estocada a empresas y trabajadores podría llegar a los 3,8 puntos, más del triple.
Fedea pronostica además que el gasto total en pensiones públicas (incluyendo las de clases pasivas y las no contributivas) alcanzaría en 2050 el 17,8% del PIB, "2,5 puntos por encima de las estimaciones del Ministerio. Esta cifra nos situaría destacados en cabeza en términos de gasto público en pensiones como porcentaje del PIB, 5,2 puntos por encima de la media de la UE27 y 1,6 puntos por delante de Italia, que sería el segundo clasificado". El fuerte incremento del gasto se traducirá en que el déficit básico del sistema público de pensiones terminará en el 6,3% (contando con el aumento de la edad de jubilación y la subida de cotizaciones de los autónomos) mientras el Ejecutivo de Sánchez pronostica un 3,66%.
"En promedio entre 2022 y 2050, el déficit básico del sistema en ausencia de medidas correctivas sería de 4,4 puntos de PIB, lo que supone el 100% de los ingresos netos del Estado por IRPF y el 37% de sus ingresos tributarios netos totales, siempre excluyendo las participaciones de las Administraciones Territoriales. En 2050, el déficit básico del sistema de pensiones absorbería el 52% de los recursos tributarios netos del Estado" alerta Fedea.