Continúa la polémica alrededor de la campaña contra la fresa española que ha emprendido la asociación alemana Campact para que los supermercados de su país no compren este producto andaluz. El escándalo estalló la semana pasada, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, alentaron el boicot a la fresa promocionando los argumentos de esta plataforma izquierdista.
La actuación gubernamental enfadó sobremanera al sector de la fresa, que genera más del 11% del PIB de Huelva y 160.000 empleos directos e indirectos en nuestro país. Además, la decisión de Alemania de mandar una delegación de diputados a examinar Doñana rizó todavía más el rizo. Finalmente, los diputados germanos han suspendido el viaje, que según la Comisión de Medio Ambiente del Bundestag y el propio Gobierno andaluz "había sido planeado hace tiempo".
Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando las delegaciones de Lidl y Aldi en España se han pronunciado sobre el conflicto. Ambas compañías han mostrado su apoyo a la fresa española y han asegurado que no tienen ninguna intención de dejarlas de comprar.
Lidl: "Seguiremos trabajando con productores de Huelva"
"Lidl mantiene desde hace años un firme compromiso con la huerta española. El compromiso de la compañía con la calidad de nuestras frutas y hortalizas ha contribuido de manera decisiva a la exportación de estos productos y al desarrollo del sector agrícola español a lo largo de los años y lo seguirá haciendo en el futuro" ha asegurado la firma germana, que también reconoce que mantiene relación con las organizaciones ecologistas.
"Seguimos muy de cerca la situación del cultivo de frutos rojos en el Coto de Doñana. Actualmente estamos en contacto con diversas organizaciones como WWF, Alliance for Water Stewardship (AWS) y Bundesverband des Deutschen Lebensmittelhandels para ver cómo podemos contribuir a mejorar nuestra cooperación con los proveedores" apunta.
"Desde Lidl nos esforzamos en mantener relaciones a largo plazo con nuestros colaboradores y, por lo tanto, seguiremos trabajando con los productores de fresas de Huelva en el futuro" añaden.
A través de su Código de Conducta, Lidl afirma que "establecemos unos estándares sociales y ecológicos para la colaboración con nuestros socios comerciales y, si disponemos de hechos concretos que demuestran que ha habido algún tipo de vulneración de estas disposiciones, tomamos las medidas apropiadas. Para ello, analizamos de forma continua y sistemática los posibles riesgos sociales y ecológicos en nuestra cadena de suministro, con el objetivo de detectarlos y corregirlos". Con matices como este, la cadena alemana parece no tener en cuenta que desde Alemania han llovido toda serie de bulos para desprestigiar la fresa española y que estos datos falsos se han publicado en plena llegada a los supermercados germanos de la fresa cultivada en regiones como Renania del Norte-Westfalia, Baja Sajonia y Baden Württemberg.
"El uso responsable del agua es un ámbito de actuación prioritario en la estrategia de sostenibilidad de Lidl. Por lo tanto, nuestros productores de frutas y hortalizas están obligados a cumplir con los estándares que exige GLOBAL G.A.P. IFA o con un estándar comparable. El estándar tiene en cuenta aspectos fundamentales en el uso del agua. Además, analizamos los riesgos hídricos de las distintas zonas donde se cultivan nuestros productos, como parte de nuestra estrategia de sostenibilidad, para garantizar el uso responsable del agua a través de certificaciones externas como el Programa Sostenible para el Riego y el Uso de Aguas Subterráneas (SPRING) de GLOBAL G.A.P o Alliance for Water Stewardship (AWS)" añade Lidl.
Aldi destaca la "calidad" de la fresa española
En una línea similar fue ayer Aldi. La otra cadena de discount alemana señala que "la mayor parte" de las fresas que ofrece en sus supermercados son de Huelva y que todas ellas tienen origen español debido a "la exigente calidad del producto nacional".
La firma ha asegurado que mantiene un "fuerte compromiso" con el sector agrario español y que apoya todas las medidas que garanticen la gestión del agua y el suelo de Doñana a largo plazo. Así, la compañía ha declarado en la nota que todos sus productos frescos, incluidas las fresas, están sujetos a requisitos de certificación obligatorios que se determinan en función del país de origen.
Además, ha afirmado que trabaja con proveedores que comparten su forma de entender la calidad y la responsabilidad, y ha recalcado que se compromete a cumplir las normas sociales y la legislación actual en la cadena de suministro.
El grupo en España se ha comprometido, a su vez, a trabajar con productores que, aunque estén ubicados en zonas catalogadas como de riesgo hídrico, demuestran hacer un uso "razonable y sostenible" del agua de regadío.