Pedro Sánchez sigue afirmando que su "escudo social" ha sido un ejemplo de eficacia en la lucha contra la inflación. La medida estrella en ese supuesto plan de combate contra la pérdida de poder adquisitivo por el alza de los precios fue la rebaja del IVA de los alimentos, una medida que, supuestamente, pretendía permitir a los hogares capear el encarecimiento de los productos más básicos pero que se olvidó, por ejemplo, de la carne y pescado.
La realidad del coste de esta medida ha quedado retratada en los propios informes de la Agencia Tributaria. Allí se recoge el coste de las reformas normativas para 2023. Y en la casilla de la "rebaja del tipo en alimentación", "IVA" figura una cifra: 254 millones, que dividida entre todos los españoles arroja la generosa rebaja fiscal de medio euro por mes y español. Porque lo cierto es que la recaudación del IVA se ha disparado en general precisamente por el alza de los precios.
Aquel cambio normativo se incluyó por real decreto un 27 de diciembre y se publicó en el BOE el Día de los Inocentes del año pasado. Y es normal.
El propio Gobierno aseguró que aquel real decreto-ley "de medidas de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la Guerra de Ucrania y de apoyo a la reconstrucción de la isla de La Palma y a otras situaciones de vulnerabilidad" ayudaría "a la ciudadanía a afrontar la tensión de precios en la cesta de la compra generada por la inflación" porque incluía "la rebaja del IVA en alimentos frescos o de primera necesidad, que pasaban del 4% al 0% y del 10% al 5%, según el tipo de alimento básico". Sánchez afirmó también que incluía "una nueva línea directa de ayuda a personas físicas de bajo nivel de ingresos y patrimonio, en la que se amplía el número de beneficiarios que podrán recibir un único pago de 200 euros".
Por si fuera poco el anuncio oficial, "este Real Decreto-ley" incluía "la prórroga de algunas iniciativas que ya estaban en vigor y expiraban el 31 de diciembre de 2022. Es el caso de las rebajas tributarias en las facturas de luz y gas o en las mascarillas quirúrgicas, las vacunas o los test para diagnosticar la covid-19".
"La primera gran medida afectará al precio de los alimentos, una de las principales preocupaciones de la sociedad motivada por la inflación. Para mitigar esa reducción del poder adquisitivo de las familias, el Gobierno rebajará del 4% al 0% el tipo impositivo de los alimentos frescos y de primera necesidad", señalaba el texto. Afectaba al "pan común harinas panificables, leches producidas por cualquier especie animal, quesos, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales", etc. Aunque se olvidaba de la carne y pescado.
Impacto recaudatorio real
Pero los informes de Hacienda han revelado el impacto recaudatorio real en 2023: 254 millones. Y eso significa que, por persona y mes, la gran ayuda se limita a medio euro.
El informe de la Agencia Tributaria destaca que "los ingresos tributarios en abril sumaron un total de 34.528 millones de euros, un 10,8% más que en el mismo mes de 2022. Los ingresos brutos crecieron un 9,4%, mientras que las devoluciones solo lo hicieron un 3,3%". Aclara que "en el acumulado de los cuatro primeros meses los ingresos crecen un 5,5% (un 7,3% los ingresos brutos y un 16% las devoluciones) y que en términos homogéneos los ingresos aumentan un 6,2%, más de dos puntos por encima del incremento acumulado hasta marzo (4%)".
Y esa es la clave. "El salto que se produce en la tasa acumulada de los ingresos homogéneos se debe a los buenos resultados en un mes que tiene una de las recaudaciones de mayor importe en el año. En abril se ingresan las declaraciones mensuales habituales (correspondientes al devengo de marzo, excepto en el IVA que son en su mayor parte de febrero), las declaraciones del primer trimestre de las pymes (retenciones, IVA y pagos fraccionados) y el primer pago a cuenta del Impuesto sobre Sociedades", explica. Porque la recaudación sigue subiendo por muchas ayudas teóricas que haya anunciado el Gobierno.