La figura de Ángela Rodríguez ‘Pam’, secretaria de Estado de Igualdad ha acaparado parte del foco mediático en los últimos meses por sus polémicas declaraciones. El brazo derecho de Irene Montero, que se embolsa 120.000 euros brutos anuales, ha llegado a bromear con la salida de violadores de la cárcel a causa de la Ley del Sí es sí. Asimismo, ha asegurado que "los hombres son bastante violadores en nuestro país" y ha promovido el desarrollo de una app para controlar las tareas del hogar que completan hombres y mujeres.
Pero lo cierto es que las figuras polémicas en la esfera de la izquierda feminista radical no solo abundan en España. Así, en países como Alemania también nos encontramos con figuras similares. Es el caso de Ricarda Lang, la co-presidenta del Partido Verde de Alemania, formación de izquierda ecologista y radical integrada en el actual gobierno de coalición del país teutón que lidera el canciller socialdemócrata, Olaf Scholz.
Pese a carecer de educación superior, Lang es también diputada en el Parlamento Alemán, donde forma parte de la Comisión de Familia, Tercera Edad, Mujer y Juventud. En 2019 fue candidata al Parlamento Europeo por parte de su partido. Aunque había dirigido las juventudes de la formación verde desde 2017, no logró representación en la Eurocámara.
La izquierdista germana comparte con Podemos o Más País su insistencia en defender la jornada laboral de cuatro días o por "repartir más equitativamente la carga de trabajo en el hogar en materia de cuidados". Asimismo, Lang proclama a los cuatro vientos su bisexualidad, otro punto en el que también coincide con ‘Pam’, que el pasado mes de mayo pidió el voto apelando a su orientación sexual en vez de a sus posiciones políticas.
Enarbola el discurso de la ‘positividad corporal’
La política del Partido Verde se jacta de promover la filosofía de la "positividad corporal" o "body positivity". Frente a quienes apuestan por abordar los efectos del sobrepeso sobre la salud, Lang enarbola un discurso a favor de la auto-aceptación física y contra cualquier tipo de comentario negativo sobre tal cuestión. Este tipo de posicionamiento ha generado mucha polémica en un país como Alemania, en el que se estima que hay 17 millones de personas que sufren obesidad.
Lang ha defendido que la publicidad de empresas como McDonald's y otras empresas de comida rápida quede sujeta a "reglas estrictas" que obliguen a estas compañías a abstenerse de emitir mensajes pensados para llegar al público juvenil. Sin embargo, en las redes sociales han circulado como la pólvora las imágenes de la dirigente verde comiendo este tipo de comida rápida, lo que también ha generado cierta polémica.
Las declaraciones de la política teutona recuerdan irremediablemente a Pam y su "activismo contra la gordofobia", un paraguas dentro del cual ha llegado a defender la adopción de medidas que propicien un mayor número de diputados obesos en el Congreso de los Diputados, donde considera que las personas con sobrepeso están infrarrepresentadas. Por otro lado, no hay que olvidar las campañas publicitarias que ha realizado el Ministerio de Igualdad con ánimo de "visibilizar" la sexualidad de personas obesas.