En España, no existe una definición oficial de lo que significa el "pleno empleo". Sin embargo, el consenso de la comunidad económica lo sitúa en un escenario con una tasa de paro entre el 3% y el 4%. En estas cifras coincide también el Servicio Publico de Empleo Estatal (Sepe), organismo dependiente del Ministerio de Trabajo.
El Sepe define "pleno empleo" como una "situación de completa utilización de los recursos productivos de una economía: es lo opuesto al paro. En particular, situación de completa utilización de la fuerza de trabajo".
"Ante la dificultad de alcanzar este objetivo", ya que es imposible que el 100% de una población esté trabajando, el organismo explica que "se suele definir el pleno empleo de manera que incluya un pequeño porcentaje de paro, generalmente hasta el 4% de la población activa".
Sin embargo, a pesar de que hasta el propio departamento dependiente de Yolanda Díaz tiene claro el significado del "pleno empleo", a Pedro Sánchez no parece importarle en absoluto y hasta ha creado su propia definición. Y resulta que el "pleno empleo" del líder del PSOE implicaría el doble de paro que la definición tradicional.
Así lo aseguró hace algunas semanas el presidente del Gobierno junto a la ministra de Economía, Nadia Calviño. Ambos se han marcado como reto para la próxima Legislatura alcanzar el "pleno empleo" si consiguen formar gobierno tras las elecciones del 23-J. Y lo declararían de inmediato en el caso hipotético de que bajo su mandato la tasa de paro cayera hasta el 8% (y no al 4%).
A pesar de que Sánchez y Calviño lo tendrían el doble de fácil para apuntarse este tanto laboral, que el paro nacional pueda reducirse hasta el 8% en los próximos años va a ser un difícil objetivo. De hecho, desde los años 2005-2007 nuestro país no goza de cifras similares, cuando José Luis Zapatero estaba en el gobierno y que no tardó en casi triplicar esta tasa.
Casi toda Europa, en el "pleno empleo" de Sánchez
Además, hay que tener en cuenta que si aplicáramos esta definición de Sánchez tan particular a toda Europa, la mayoría de los países del Viejo Continente gozarían de la saludable situación de "pleno empleo".
Como se observa en el cuadro anterior de Eurostat, el desempleo se situó en el 6,5% en la eurozona en mayo y en el 6,1% en la UE. De hecho, sólo las tasas de paro de España (12,7%) y Grecia (10,8%) estarían por encima del ansiado 8% de Sánchez. Por tanto, por mucho que el Gobierno se esfuerce en cambiar definiciones, vemos que el mercado laboral español no deja de ser el más deficiente de Europa.