El recorte del trasvase Tajo-Segura vuelve a poner en pie de guerra a los agricultores que, tras el desabastecimiento de sandías que este verano se vive en nuestro país, ya alertan de que la "condena" de Teresa Ribera puede poner en peligro también los cítricos y las hortalizas de invierno. Así lo asegura la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) Alicante, quien lamenta que la última reunión de la Comisión Central de Explotación del Acueducto se saldara este miércoles con la autorización de un trasvase de apenas 15 hm3 para el mes de julio -la mitad para consumo humano-, a pesar de que la normativa permitiría llegar hasta 20, lo que, a su juicio, supone "un auténtico castigo" para la provincia.
"La ministra Teresa Ribera vuelve a condenar a esta tierra a la miseria -denuncia Asaja-. Por capricho, suyo lleva privándonos de más de 150 hm3 desde que ostenta dicho cargo, con lo que ello supone perder riqueza y oportunidades". Según alertan, las primeras consecuencias no tardarán en llegar: "Los cítricos se verán especialmente perjudicados por dicha decisión, pues es ahora, durante los meses de julio y agosto, cuando el fruto engorda para llegar a un calibre óptimo para el comercio y su consumo". Lo más preocupante es que no será lo unico que se vea perjudicado, ya que, desde Asaja temen que la decisión del Ministerio de Trancisción Ecológica pueda poner también en peligro la campaña de hortaliza de invierno que ya se empieza a preparar. "Sin agua no se va a poder plantar".
Con todo, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores advierte de que continuará reivindicando "una gestión hídrica estable y una planificación que aporte certidumbre para un sector tan importante en el tejido socioeconómico del Levante español", ya que, según denuncia, "está comprobado que la incertidumbre que vive Alicante en cuanto a la disponibilidad de agua de calidad y cantidad suficiente es un grave condicionante para la agricultura de regadío".
Desabastecimiento de sandías
El mejor ejemplo, insisten, es lo que ha ocurrido durante este principio de verano con la sandía, "el cultivo estrella del verano por su sabor, frescura y su bajo precio". El desabastecimiento de esta fruta en los supermercados ha sido una constante y desde Asaja tiene claro cuál ha sido el motivo: "Este año, nos hemos encontrado con que muchos productores han abandonado la campaña de verano por miedo a no disponer de agua para que prosperen sus cultivos".
Si este razonamiento podría servir para cualquier fruta, con más razón para ésta. Las sandías son en un 90 % agua y en su fase final necesitan mucha. Si les falta agua en esa fase, se pierde todo -explican desde Asaja-. Por eso, en noviembre y diciembre, ante la inseguridad de tener agua por las decisiones de la ministra Teresa Ribera, los agricultores no compraron las plantas y no programaron las plantaciones como en años anteriores y, al disminuir la producción, los precios se han disparado, aunque no han repercutido en el agricultor, sino en el bolsillo del consumidor". Ahora, la historia podría repetirse, pero ésta vez con críticos y hortalizas de invierno.