El Gobierno francés de Emmanuel Macron ha anunciado este jueves que se intervendrán los precios de más de 5.000 productos, una cuarta parte del total, con el objetivo de controlar la inflación de los alimentos, que se ha situado en el 11,1% durante este mes de agosto, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INSEE).
El Ejecutivo galo ha ampliado el catálogo de productos que no subirán de precio en los próximos meses, una medida que ya presentó el pasado mes de marzo. Aunque en un principio se pretendía instaurar una cesta básica con el beneplácito de las cadenas de supermercados, finalmente el Gobierno galo ha tenido el detalle de dar libertad a los distribuidores para definir su propio catálogo de productos, así como para fijar el precio que estimen oportuno.
A cambio de soportar ellos mismos las pérdidas (varios centenares de millones de euros, según estimaciones del Ministerio de Economía), el Gobierno les premia estampando una banderita francesa en los envases de los productos con los precios congelados. También se encarga de controlar que las empresas cumplan su compromiso.
A pesar de esta medida de control de precios, la inflación ha aumentado un 4,8% interanual en agosto, lo que supone un claro repunte respecto a julio, cuando el IPC aumentó un 4,3%, según datos del INSEE.
Concretamente en lo que respecta al precio de los alimentos, la inflación se ha ralentizado levemente en los últimos cinco meses, pero sigue siendo muy elevada y especialmente dolorosa para el bolsillo de los consumidores. En agosto, el precio de los alimentos aumentó un 11,1%, mientras que en julio ese incremento se situó en el 12,7%.
Los fabricantes "podrían hacer mucho más"
El ministro de Economía, Bruno Le Maire, quiere que la industria siga manteniendo el tope de los precios y ha anunciado este jueves que reabrirá las negociaciones con el sector a partir de este 1 de septiembre (algo que normalmente se produce a principios de año), con el objetivo de conseguir una reducción de precios a partir de enero.
Además, Le Maire ha asegurado que habrá controles sobre los compromisos asumidos y, por tanto, no deberá haber más altibajos. "Tendremos la lista de estos productos y comprobaremos si bajan o no aumentan. Hay que romper esta escalada inflacionista", ha subrayado Le Maire en una entrevista con el canal France 2 en la que también ha arremetido contra los fabricantes, a los que reprocha que "podrían hacer mucho más de lo que hacen" para abaratar los precios de sus productos.
A Le Maire también le preguntaron sobre la posibilidad de que sea el Gobierno el que imponga el tope de los precios, al estilo de los polémicos "Precios Cuidados" creados por Cristina Fernández de Kirchner, y que han servido de inspiración a Yolanda Díaz. La respuesta del ministro de economía fue tajante: "Normalmente eso conduce a la escasez". De hecho, el resultado del experimento de los "Precios Cuidados" ha dejado a Argentina con una inflación desbocada, con un 113% anual en julio y el peso hundido.
En Francia, una de las primeras empresas en sumarse al carro de los precios congelados fue Carrefour, que propuso a los clientes un máximo para los precios de 200 productos básicos. La cadena de supermercados adaptó su oferta a España aprovechando la polémica montada por Yolanda Díaz y su deseo de intervenir los precios de los productos básicos, lo que le costó que todo el sector se pusiese en su contra y le acusasen de seguidismo de la política intervencionista del Gobierno.