"El futuro de SEAT es Cupra". Algunos medios extranjeros, como el británico Autocar, se han hecho eco este lunes de la frase que habría pronunciado el CEO Volkswagen, Thomas Schäfer, durante la celebración del Salón del Automóvil de Munich que se celebra estos días en la ciudad germana.
La prensa española no ha tardado en reproducir las palabras del directivo alemán interpretándolas como el anuncio del fin de SEAT. Fuentes de la firma con sede en Martorell aseguran a LM que es "impreciso" que "Volkswagen vaya a dejar de fabricar coches bajo la marca SEAT. De hecho, la marca SEAT es más fuerte que nunca".
"Ahora que la situación de los semiconductores ha empezado a normalizarse, las ventas en lo que va de año han crecido un 18%, alcanzando los 199.000 coches vendidos. SEAT tiene una cartera de pedidos muy elevada y cuenta actualmente con la mejor gama de producto de su historia" añaden.
La enseña adquirida por Volkswagen en los años 90 asegura que seguirá fabricando los modelos de SEAT ya existentes. "Tenemos la intención de actualizar el SEAT Ibiza, Arona y León para seguir ofreciendo coches híbridos enchufables y de bajo consumo hasta el final de la era de la combustión". ¿Cuándo será el fin de esa era? Según pretende Bruselas, en 2035.
Sin embargo, tal y como se han percatado algunos medios españoles, SEAT ha perdido todo el protagonismo en la actual feria germana y no ha presentado ninguna novedad a diferencia de Cupra, su marca deportiva.
De hecho, desde SEAT dejan abierto el futuro de su enseña a largo plazo. "El momento de la electrificación de SEAT llegará y será diferente. Estamos trabajando duro para ello. Estamos desarrollando el futuro de SEAT" declaran.
La compañía considera que "hay una oportunidad para SEAT de ofrecer nuevas formas de movilidad que los jóvenes necesitan, como el sharing, las suscripciones y la micromovilidad, donde ya tenemos mucha experiencia con SEAT MÓ". Sin embargo, por estas opciones no pasaría la tradicional fabricación de coches.
La historia de SEAT
SEAT nació en España hace 73 años y ha sido la primera empresa dedicada a la fabricación de automóviles. El ya desaparecido Instituto Nacional de Industria (INI) la bautizó como Sociedad Española de Automóviles de Turismo (SEAT) y la constituyó con un capital inicial de 600 millones de pesetas. El INI era poseedor del 51% de sus acciones, la banca española del 42% y Fiat del 7% restante.
Con la transición española urgía privatizar la compañía, que estaba pasando por uno de sus peores momentos financieros. El primer ofrecimiento fue para Fiat, pero la italiana y Seat no lograron llegar a un acuerdo y, en 1981, Fiat vendió su accionariado al INI por el precio simbólico de una peseta. En 1986, Wolkswagen adquirió el 75% de sus acciones y, en 1990, el 100%.