El PSOE ha abierto una gravísima puerta a la desintegración del estado de derecho: la amnistía. Un vaciado de tipos delictivos por la vía de considerarlos ilegítimos con un fin inicial: lograr el respaldo de los separatistas y proetarras a la investidura de Pedro Sánchez. Pero el juguete destructivo de la ley ha gustado a más colectivos. Uno de ellos es el de los okupas, que han trasladado ya a Sumar su deseo de tener otra amnistía de forma que puedan okupar casas sin ningún miedo legal o penal.
Barra libre a la destrucción del estado de derecho y a la protección de derechos y libertades. Los okupas también quieren su amnistía. Y hay que tener cuenta que una amnistía va mucho más allá de un indulto. Es decir, una amnistía no sólo supone un perdón de los delitos, sino que también implica una deslegitimación de los tipos penales. Y, por lo tanto, desde su publicación se podrían cometer esos actos sin temor al castigo penal.
Los mensajes de defensores del movimiento okupa han empezado a surgir en los últimos días. Y una de las sedes a las que se han destinado es Sumar, porque sectores de este partido -muy sensible con la protección de los okupas- quieren que se empiece a hablar de una amnistía a los okupas.
Entre los mensajes trasladados figuran argumentos como que los resultados electorales del 23J abren la oportunidad de ampliar la amnistía; que la pelea separatista debe ser acompañada de otras batallas como la lucha contra la "destrucción del planeta por parte del sistema capitalista", la defensa "del rapero Pablo Hassel" o, como no, acabar con lo que denominan "proceso represivo" para los "delitos de desórdenes públicos". Los mensajes en redes, de hecho, han llegado a reclamar que no se puede "dejar las libertades en manos de una clase política que sólo pretende preservar el orden". Y que "es hora de unirse y luchar por una amnistía justa". Porque, según esos argumentos filtrados "una amnistía justa" debe incluir a los "encausados por el proceso independentista catalán, los y las luchadores sociales". Y ahí entran los okupas, según ellos.
El problema de estas tesis radica en que tienen el mismo sentido legal que la amnistía que ya negocia Pedro Sánchez con los separatistas: ninguno. Y por eso, si se concede la primera amnistía por presión política, exactamente igual de injustificable, pero también de plausible, puede ser una segunda a otros colectivos como los okupas. Y el problema de fondo no sería sólo el del perdón de los delitos ya cometidos. Sino, también, el del vaciado penal de la amnistía, lo que permitiría repetir los delitos sin tener persecución penal alguna. Traducido: que los efectos de la amnistía harían que se pudiera repetir un 1-O sin castigo y cualquier otro comportamiento amnistiado.
No se trata de ninguna lectura nueva sobre los efectos de la amnistía. Pero lo que sí es nuevo es que lo mismo que critica el Gobierno de puertas afuera, es lo que ofrece de puertas adentro ya a los separatistas. Y es que numerosas voces han salido a la opinión pública a afirmar que una amnistía es absolutamente inconstitucional porque implica una deslegitimación de los tipos penales afectados en el 1-O. Y que, por lo tanto, vaciados sus tipos penales, los actos -el 1-O o la declaración unilateral de independencia o el amotinamiento del Parlamento Catalán o el uso de los Mossos con fines ilegales, etc- podrían cometerse sin castigo penal. Y lo mismo podría afirmarse como efectos derivados en una pretendida amnistía a los okupas.