Dentro de las imprecisiones y falsedades que giran en torno a los productos "ecológicos", hay algo que es indudable: son mucho más caros que los productos convencionales. De hecho, pueden llegar a costar hasta el doble. Así se desprende del informe El verdadero coste del consumo sostenible, elaborado por Asufin, donde se analiza más de un centenar de productos de las cinco principales cadenas de distribución (Carrefour, Alcampo, Aldi, El Corte Inglés y Lidl, excluyendo a Mercadona dado que no ofrece productos con esta etiqueta) y se deja de manifiesto que, mientras que de media una cesta de la compra compuesta por productos convencionales la pagamos a 140 euros, la "sostenible" nos sale a 280 euros.
En este sentido, el estudio clasifica por categorías estos productos para determinar dónde se encontraban la mayores diferencias de precios. De este modo, se pudo comprobar que la mayor disparidad de precios se encontraba en las legumbres, que pueden resultar hasta un 217% más caras si eran ‘eco’ las que compramos.
A éstas las siguen los cereales, que registran una diferencia del 156%, y las pastas, que pueden aumentan su precio un 106% si compramos las ‘ecológicas’. Por el contrario, donde se comprueba una menor diferencia es en las conservas de pescado (42%), la leche (38%) y el aceite de oliva (31%).
Como vemos, asimismo, por cadenas de supermercados, el mayor sobreprecio en eco corresponde a Carrefour (un 133%), seguida de Alcampo (86%), Aldi (78%), El Corte Inglés (65%) y Lidl (54%).
Una agricultura más cara
En general, las conclusiones del estudio se corresponden a lo que ya publicamos en Libre Mercado: que la agricultura ecológica es más cara, debido a que el coste de producción es mayor y a su menor productividad (que es un 20% menor a la de la agricultura convencional). A ello se le suma que no es rentable, dado su bajo rendimiento.
Mitos de los alimentos ecológicos
¿Tiene sentido seguir fomentando y publicitando los productos ecológicos? Lo tendría si pudiésemos concluir que existe algún beneficioso especialmente notable derivado de su consumo, pero, en realidad, y como hemos informado recientemente en Libre Mercado, eso no es así. Si bien la agricultura ecológica tiene un menor impacto ambiental, que se explica por la rotación de las cosechas, los alimentos ecológicos no son más seguros ni tampoco más sanos, de acuerdo con el director de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).