Suma y sigue. La subida de los tipos de interés por parte de los bancos centrales continúa trasladándose al mercado crediticio, con el consiguiente encarecimiento de hipotecas y préstamos al consumo para familias y empresas.
La Reserva Federal de EEUU ha elevado el tipo de interés oficial hasta 5,25%, mientras que el BCE lo ha situado en el 4,5% con el fin de combatir la inflación. El endurecimiento de la política monetaria impacta de lleno en el precio de las hipotecas.
Y prueba de ellos es que el tipo de interés medio de las hipotecas a tipo fijo en EEUU acaba de alcanzar el 8% a 30 años, su nivel más alto desde el año 2000.
La cuota hipotecaria media en EEUU a 30 años ya ronda los 3.000 dólares al mes. Y una de las consecuencias de esta subida es que cada vez resulta más complicado comprar casa. La subida de tipos y la escasez de inmuebles reduce la capacidad de compra de las familias, al tiempo que frena el ajuste de precios inmobiliarios.
La oferta de casas en el mercado de segunda mano no logra cubrir la demanda porque los propietarios no quieren volver a hipotecarse a tipos tan altos.
En España, con el Euribor por encima del 4%, ya es habitual encontrar hipotecas a tipos del 5% e incluso 6% sin bonificaciones, es decir, sin tener que contratar productos adicionales como seguros o fondos de inversión.
Por su parte, el tipo de interés medio inicial de las hipotecas a tipo fijo se sitúa ya en el 3,5%, frente al 1,9% de hace apenas un año. Sin embargo, dado que muchas están bonificadas, lo normal en la actualidad es encontrarse con tipos superiores al 5% a plazos de 25 o menos años.
El coste de las hipotecas fijas casi se ha duplicado y cada vez se hace más difícil la concesión de este tipo de préstamos, debido el endurecimiento de las condiciones y el recortes de los plazos de amortización. Todo apunta que esta tendencia continuará a la vista de lo que está sucediendo en EEUU.