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Un cuadro dispara su valor de 15.000 dólares a 18 millones tras descubrirse su verdadera autoría

La obra ha podido ser atribuida a Rembrandt tras un complejo y sofisticado proceso de auditoría que ha disparado su valor.

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La obra ha podido ser atribuida a Rembrandt tras un complejo y sofisticado proceso de auditoría que ha disparado su valor.
La subasta está prevista para el 6 de diciembre. | Sotheby's

Un cuadro titulado "La adoración de los Reyes" que había sido vendido por 15.000 dólares hace apenas dos años saldrá próximamente a subasta por la impactante cifra mínima de 18 millones de dólares. Esta espectacular revalorización se explica por el inesperado hallazgo de un investigador que ha completado una larga auditoría orientada a desentrañar la verdadera autoría de la obra.

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La pieza en cuestión salió por primera vez al mercado en 1950, cuando el coleccionista J. C. H. Heldring se hizo con "La adoración de los Reyes" en un mercado de arte de la ciudad de Ámsterdam. Treinta años después, su viuda lo vendió a una familia alemana, que retuvo la pieza hasta hace ahora dos años, cuando la casa de subastas Christie’s se hizo con el ejemplar.

Los técnicos de Christie’s atribuyeron la escena bíblica al "círculo de Rembrandt", al entender que la pintura seguía el estilo característico del maestro neerlandés, considerado uno de los más importantes artistas del periodo barroco. La convicción de que el autor de "El rapto de Europa" había influido en la elaboración del cuadro fue suficiente para sacar el cuadro al mercado por valor de 15.000 dólares, un precio nada desdeñable para una obra que, según se creía, había sido creada por alguno de los alumnos de su taller.

Entonces, un comprador cuya identidad no ha sido desvelada se hizo con la obra tras una puja sorprendentemente animada que, con la perspectiva que dan los años, bien podía haber hecho saltar las alarmas... No en vano, aunque el precio de salida era de 15.000 dólares, la venta de "La adoración de los Reyes" se cerró por 908.000 dólares. Ya entonces, los especialistas del mercado del arte empezaron a especular con la posibilidad de que el cuadro fuese mucho más valioso de lo que habían planteado los expertos de Christie’s.

Después de hacerse con la pieza, el comprador anónimo puso el cuadro en manos de la casa de subastas Sotheby’s y pidió a sus expertos que rastreasen la autoría de la obra. El proyecto de investigación se extendió durante un año y medio e incluyó un proceso de análisis multidimensional que abarca pruebas con rayos X y estudios con filtros infrarrojos, pero también conversaciones y entrevistas con los principales estudiosos de la obra de Rembrandt.

Fue a través de estos cultivos que Sotheby’s pudo concluir que "La adoración de los Reyes" es, en realidad, una obra autógrafa de Rembrandt, que habría pintado el cuadro a comienzos de su carrera, con pocos más de veinte años, en la segunda mitad de la década de 1620, mientras residía en la ciudad holandesa de Leiden. Sotheby’s no ha dudado en fijar el precio de subasta de la pintura en 18 millones de dólares, aunque el coste final lo determinarán las dinámicas de oferta y demanda que pueda desencadenar la puja.

Los estudiosos contratados por Sotheby’s han podido rastrear distintas referencias al cuadro que datan del inventario elaborado por un coleccionista de arte llamado Constantjin Ranst, quien habría enumerado la pintura en un catálogo privado de 1714, identificando "La adoración de los Reyes" como una pieza de Rembrandt. Tras cambiar de manos en 1814 y en 1822, desapareció del mercado hasta 1955.

Entonces, aunque los documentos que ahora han salido a la luz demuestran que el cuadro se había atribuido al pintor barroco a lo largo de los siglos anteriores, un historiador alemán llamado Kurt Bauch habría descrito "La adoración de los Reyes" como una mera obra de la Escuela de Rembrandt, atribuyendo su producción al taller de estudiantes que gestionaba el holandés. Desde entonces, la historiografía ignoró por completo esta obra de arte.

Todo apunta a que el comprador anónimo que se hizo con la obra en la subasta que organizó Christie’s en 2021 debió realizar algún tipo de pesquisa que le llevó a pensar que, en efecto, la obra podía ser del propio Rembrandt y no de sus discípulos. Incluso si el comprador hubiese tenido dudas razonables sobre la autoría del cuadro, el precio de 15.000 dólares era muy bajo como para dejar de intentarlo. El tiempo le ha dado la razón.

Desde Sotheby’s recalcan que "hay muy pocas pinturas narrativas de Rembrandt en manos privadas, por lo que esta es una oportunidad de compra tan rara como emocionante para cualquier coleccionista privado, museo o institución de arte". La galería de la casa de subastas recalca que "esta sofisticada pintura es, en igual medida, producto del pincel y del intelecto de Rembrandt. Todos los rasgos distintivos de su estilo de finales de la década de 1620 son evidentes en la obra, tanto en lo referente a la superficie pintada visible como en las capas subyacentes reveladas por el análisis científico. Dicho análisis ha revelado múltiples cambios en el curso de su creación, arrojando nueva luz sobre su forma de pensar y crear".

El cuadro se expone actualmente en la sede de Sotheby's en Hong Kong. Posteriormente, será trasladado a Nueva York, Los Ángeles y Londres. Estas exhibiciones privadas servirán como antesala para la salida al mercado del cuadro, prevista para el 6 de diciembre. Aunque la cifra de partida es de 18 millones de dólares, el monto final puede ser incluso mayor, dependiendo del interés que despierte un road show pensado para animar el apetito de los compradores más agresivos del mercado de arte.

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