Esta semana el Ministerio de Seguridad Social ha publicado un revelador informe que contiene las proyecciones del gasto en pensiones en las próximas décadas— hasta el año 2070— y el efecto de las reformas aprobadas desde 2021.
Actualmente el gasto en pensiones se encuentra en el 12,1% del PIB previsto para 2023, mientras que las proyecciones realizadas por el Ministerio sitúan esta cifra en el 14,7% en 2050— momento de mayor presión demográfica—, para después volver a niveles similares de la actualidad.
Las diferentes reformas aplicadas de 2021 elevarían los ingresos del sistema en un 1,8% del PIB. Tal y como se ha explicado en Libre Mercado, el Gobierno introdujo el denominado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) como medida para cuadrar las cuentas de la Seguridad Social, el cual se basa en un aumento de las cotizaciones sociales.
En el informe asumen un aumento progresivo de las cotizaciones hasta el 2029. Además, contemplan un mecanismo corrector en el que ajustarán las cuentas del sistema de manera automática con la que el Gobierno tendría poder para conseguir mayores ingresos (con mayores cotizaciones) o reducir el gasto (vía recortes). La previsión que realiza el Ministerio que dirige José Luis Escrivá considera que no será necesario activar este mecanismo corrector, dado que el umbral a partir del cual sería necesaria su aplicación es el 15,1% del PIB, es decir, nueve décimas por encima del gasto en pensiones medio previsto en las próximas décadas.
Unos supuestos irreales
Para poder representar un escenario tan optimista, el informe se basa en que el crecimiento de la economía se acelerará, gracias a un aumento de la productividad y a la positiva evolución del empleo. Es decir, el desempeño de la economía española debería ser muy superior a la observada durante las dos últimas décadas.
1. Mayor crecimiento del PIB
Las estimaciones apuntan a que el PIB crecerá en algo más del 2% durante las próximas décadas. Esto supondría que el crecimiento sería sistemáticamente mayor del registrado en las últimas dos décadas.
2. Un mayor aumento de la productividad del trabajo
Otro de los supuestos que maneja Escrivá es que la productividad del trabajo crecerá en 1 punto porcentual más que durante las últimas dos décadas. Esto significaría que en tan solo siete años este indicador debería duplicarse, mientras que a largo plazo debería multiplicarse por tres.
3. Una tasa de desempleo histórica
Escrivá prevé un continuo descenso de la tasa de desempleo para todos los tramos de edad. En concreto, las estimaciones realizadas por la Seguridad Social apuntan a que la tasa de paro podría situarse en el 5,5%, cuando el promedio de los últimos 20 años ha sido del 16%.
Una previsión más realista
En abril de este año, Fedea presentó sus estimaciones de las reformas del sistema de pensiones introducidas en estos dos últimos años. Mientras que las previsiones del Ministerio apuntan a un aumento del gasto de 2,5 puntos del PIB, Fedea sostiene que esta cifra se acercará a 5 puntos a mediados de siglo. El resultado es que el déficit superará el 6% del PIB en 2050. Con estos resultados, sí sería necesario activar el mecanismo corrector, lo que obligaría a aumentar entre tres y cuatro puntos las cotizaciones sociales. Es decir, muy lejos de las previsiones realizadas en el informe presentado por el Ministerio. Por su parte, la AIReF ha señalado que el gasto en pensiones se situará en el 16,3% del PIB, es decir, 1,6 puntos por encima de lo estimado por la Seguridad Social.
En definitiva, parece que el ministro Escrivá ha presentado un cuadro macroeconómico para maquillar las cuentas de la Seguridad Social. El informe es un ejercicio de pura imaginación y optimismo en el cual se reflejan los deseos del Gobierno. Parece claro que el ejercicio ha sido el de partir de un nivel de ingresos y gastos deseados, y a partir de estos, se ha ordenado confeccionar las estimaciones oportunas para que encajaran con el relato anhelado por el ejecutivo. Pura ciencia ficción.