La generación del baby boom (los nacidos entre finales de los 50 y los 70) ha comenzado a jubilarse, lo que va a presionar todavía más a las calamitosas cuentas de la Seguridad Social.
Para poder hacer frente a esta oleada de jubilaciones masivas, el Gobierno de PSOE y Podemos tiene un plan: que las empresas y los trabajadores paguen más impuestos. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha bautizado esta subida fiscal como Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Como ya hemos publicado en numerosas ocasiones en Libre Mercado, el MEI consiste en una subida sistemática de las cotizaciones sociales que pagan cada año todas las empresas, trabajadores y autónomos del país.
El 1 de enero de este año, el Ejecutivo estrenó el MEI subiendo las cotizaciones sociales un 0,6%. Oficialmente, el 0,5% de ese incremento lo soporta la empresa y el 0,1% el trabajador, aunque está abierto el debate de si las cotizaciones sociales que paga la empresa forman parte del "sueldo bruto" del empleado o de si influyen o no en su salario final. La lógica económica nos dice que sí.
Esta semana, el Ministerio de Seguridad Social ha publicado su informe "Proyecciones del Gasto Público en Pensiones en España" para rendir cuentas ante Bruselas de unas proyecciones de gasto e ingresos en pensiones, que hay que destacar que son bastante optimistas (algo que analizaremos en el próximo artículo). Este extenso documento formaría parte del Componente 30 con el que el Ejecutivo ha prometido a la Comisión Europea garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones a cambio del dinero proveniente del famoso Plan de Transformación y Resiliencia.
El Gobierno explica en el documento que "con la finalidad de elevar los ingresos del sistema para hacer frente al mayor gasto que implicarán las jubilaciones de los baby boomers, se establece una cotización finalista asociada al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que evolucionará del 0,6% en 2023 hasta el 1,2% en 2029".
Así será la subida de cotizaciones que viene
Esto significa que el Ejecutivo pretende duplicar la subida de las cotizaciones sociales a empresas y trabajadores en 6 años. Así, cada año, este incremento fiscal irá aumentando un poco más. En la siguiente tabla el departamento de Escrivá ha desglosado cuál será la fórmula con las que encarecerá las nóminas de todos los españoles en los próximos años. Para 2024, el incremento será del 0,7%
Una vez en 2030, y hasta 2050, se mantendrá el mismo porcentaje del 1,2%, con igual distribución entre empresario y trabajador. "Por tanto, el reparto de esta aportación recaerá, aproximadamente, en un 83% sobre la empresa y el 17% en el trabajador" señala el Gobierno. De nuevo, volvemos a poner en duda si no es el trabajador, con el resultado de su sueldo neto, el que realmente soporta todo (o buena parte) del incremento de cotizaciones del empresario.
Escrivá considera que hay margen para subirle las cotizaciones a los empresarios. "Los indicadores de costes laborales unitarios y competitividad en España muestran que existe margen para aumentar las cotizaciones a la Seguridad Social" señala el documento a pesar de que el coste de emplear a un trabajador en nuestro país ha superado por primera vez los 3.000 euros al mes.
El Gobierno ingresará lo que recaude a través del MEI en el exiguo Fondo de Reserva, también conocido como hucha de las pensiones. Sin embargo, la intención de Escrivá de volver a llenar este fondo sólo tendrá un efecto cosmético, ya que desde hace muchos años el problema principal de la Seguridad Social es que las cotizaciones no alcanzan para cubrir el gasto en pensiones, por lo que el sistema se tiene que financiar una parte cada vez mayor con cargo a los Presupuestos del Estado. Aunque la hucha de las pensiones tenga más fondos, la Seguridad Social tendrá que seguir endeudándose y recibiendo dinero del Estado para pagar las prestaciones.
La recaudación no será suficiente
Según los cálculos de la Seguridad Social, el Fondo de Reserva terminará el año con 5.500 millones de euros gracias a la subida de cotizaciones del MEI, una cifra que irá en aumento en los próximos años, como se observa en el gráfico.
Sin embargo, este incremento de fondos no será suficiente para sostener el sistema. Por esta razón, Escrivá ha incluido en el MEI una cláusula que le permitiría incrementar las cotizaciones sociales por encima de de lo estipulado en el primer cuadro de este artículo si no consiguiera controlar el déficit por los aumentos del gasto. Fedea, por ejemplo, vaticina que la subida del 1,2% acabará siendo del 3,8%, más del triple de lo planteado inicialmente.
Y es que, a pesar de que la reforma de pensiones del Gobierno de PSOE y Podemos contempla también incrementar las bases máximas de cotización y una "cuota de solidaridad" a las rentas más altas para aumentar los ingresos de la Seguridad Social, el Ejecutivo planea seguir disparando el gasto. Una de las medidas de gasto principales es la revalorización de las pensiones con el IPC (este año ha sido del 8,5% y en 2024 será de alrededor del 4%) lo que seguirá desbordando el sistema.