Barcelona quiere ser un territorio todavía más hostil para el turismo y la hostelería. El nuevo Gobierno de Jaume Collboni ha presentado hace unos días los Presupuestos de 2024 para la Ciudad Condal en los que incluye varios golpes fiscales ligados al sector vacacional.
Los más llamativos consisten en unos incrementos sin precedentes de la tasa turística y de la tasa a los cruceros que cobra el Ayuntamiento de Barcelona, y que se suman a la penalización turística que también cobra la Generalidad de Cataluña a los visitantes de esta autonomía. Así, si las cuentas de Collboni salen adelante, los cruceristas que pretendan pasar unas horas en Barcelona pagarán 7 euros de tasa a las arcas municipales y los que pasen más de 12 horas tendrán que abonar un precio de 5,25 euros.
El socialista también ha establecido distintas categorías de visitantes a los que les cobrará más o menos dependiendo del lugar que hayan elegido para pernoctar en su ciudad. Los más castigados serán los clientes de los hoteles de 5 estrellas, que tendrán que pagar 6,75 euros más por noche, seguidos de los clientes de los apartamentos turísticos, que tendrán que abonar 6,25 euros más por persona y día.
Este torpedeo fiscal se ha encontrado con la oposición de patronales como la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur), que ha criticado la medida del nuevo alcalde de Barcelona por "castigar el turismo familiar". En la siguiente tabla se observan todas las categorías y sus precios. En total, Collboni pretende recaudar 95 millones de euros en un año.
Collboni, sin apoyos para aprobar las cuentas
Con estas medidas antiturísticas, Collboni hace un claro guiño a Ada Colau, exalcaldesa de la ciudad y precursora de la corriente tourist go home. Nada más llegar a la alcaldía de la ciudad en 2015, la líder de Barcelona en Comú anunció una moratoria para la concesión de licencias de alojamientos turísticos, lo que paralizó decenas de proyectos hoteleros en la capital catalana.
Colau tampoco ha dudado en perjudicar a los cruceros o a los pisos turísticos durante los años que ha estado comandando el Ayuntamiento. Además, fue la responsable de la implantación de la primera tasa municipal turística de la ciudad. Este último año, también pretendió poner coto a las tiendas de souvenirs con el objetivo de evitar "evitar la masificación turística".
Sin embargo, parece que Collboni no ha conseguido que Colau y el ex alcalde Xavier Trias (Junts) validen sus cuentas. Ayer miércoles, el socialista se vio obligado a retirar del orden del día de la Comisión de Economía su proyecto de Presupuestos por no contar con ningún apoyo en la oposición. Por tanto, habrá que esperar a ver si finalmente se aplican medidas como la subida de la tasa turística.
Golpe a la hostelería
Otra medida incluida en los Presupuestos del alcalde de Barcelona que también ha sido duramente por los empresarios ha sido la subida de la tasa a las terrazas. El socialista ha decidido eliminar la bonificación del 75% de la tasa de terrazas que se activó debido a la Covid y aumentar el cobro a los hosteleros que tengan terrazas dependiendo las mesas que tenga cada negocio. A continuación, los precios.
Las críticas a Collboni han sido tal, que el socialista ha decidido cambiar los tramos y los coeficientes inicialmente previstos. Así, los tramos van cada cinco mesas y no cada cuatro como se había previsto, y el coeficiente que se aplica empieza en un 0,40 y se va incrementando tramo a tramo hasta 0,80.
Sin embargo, a pesar de esta cesión, el Ayuntamiento de Barcelona saldrá ganando con el golpe a los hosteleros porque de ingresar los 2 millones de euros actuales pasará a ingresar más del doble: 4,6 millones.