En su afán por atacar las tradiciones cristinas, el partido de Yolanda Díaz propone ahora suprimir la X en favor de la Iglesia Católica que todos los contribuyentes pueden marcar libremente cada año a la hora de hacer la declaración de la renta. Así lo deslizó el día de Navidad la portavoz parlamentaria de Sumar, Marta Lois, en una entrevista concedida a Europa Press, en la que animaba a debatir "a fondo" si "tiene sentido" mantenerla.
Lo que Lois ignora u omite deliberadamente es que España es el único país de Europa en el que la financiación de la Iglesia ya es voluntaria: mientras los demás Estados contemplan una asignación directa, aquí cada contribuyente puede decidir libremente si quiere que parte de sus impuestos se destinen a esta institución. Y se da la paradoja de que el apoyo recibido este año ha marcado todo un récord.
Según los datos facilitados por la Conferencia Episcopal Española el pasado 14 de diciembre, más de 8,7 millones de españoles seleccionaron la casilla en favor de la Iglesia, lo que supone un aumento de más de 200.000 personas respecto a la Renta de 2022 y permitirá que llegue a sus arcas una cantidad nunca vista: 358 millones de euros. En un momento de polarización en la sociedad "nada pone más de acuerdo a los españoles que seguir apoyando la labor de la Iglesia, por eso queremos dar las gracias", subrayaba hace unos días el director del secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, José María Albalad Aiguabella. De esta forma, la propuesta de Sumar carecería de sentido alguno.
La labor social de la Iglesia
Hasta finales de 2006, la Iglesia contaba con una asignación directa en los Presupuestos Generales del Estado, tal y como sucede en los países de nuestro entorno. Sin embargo, en diciembre de aquel año, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero consumó la modificación en el Sistema de Asignación Tributaria entre el Estado y la Santa Sede, de tal forma que a partir de entonces la financiación de la Iglesia fuese voluntaria y solo participara quien quisiera hacerlo.
A pesar del cambio, cada año millones de españoles marcan la X en la declaración de la renta, conscientes de la gran labor que la Iglesia desempeña en nuestro país más allá del culto. Para empezar, según los datos de la Conferencia Episcopal, la actividad de las diócesis y las parroquias de nuestro país crea más de 65.000 empleos directos y por cada euro ingresado a través de la Asignación tributaria, la Iglesia genera un valor de 1,38 euros en la sociedad.
En este sentido, cabe destacar que el 80% de la contribución económica de la Iglesia católica repercute principalmente en los sectores de "Actividades sanitarias y servicios sociales", "Educación" y "Conservación y mantenimiento del patrimonio". Concretamente, a la actividad asistencial y caritativa de la Iglesia, que se centra especialmente en mitigar la pobreza, la atención a inmigrantes o la promoción del empleo, se destinaron en 2022 más de 72 millones de euros de forma directa, casi 17 millones más que en 2021.
Según su Memoria Anual, la Iglesia ayudó en el último año un total de 3.778.740 personas, que fueron acompañadas y atendidas en alguno de los 8.796 centros sociales y asistenciales católicos repartidos por toda nuestra geografía. Además, no hay que olvidar que gran parte del dinero recaudado en la declaración de la renta va a parar a Cáritas, organización que solo en 2022 atendió a 2,8 millones de personas. La mayor parte de la actividad asistencial se centra en España, donde, entre otras cosas, son especialmente conocidos sus comedores sociales. Sin embargo, este año gran parte de ese dinero ha ido a paliar la crisis humanitaria provocada por la invasión de Ucrania