
Parece de locura, pero así es la Agenda 2030. Tras desbaratar la industria del automóvil con las exigencias sobre combustión y emisiones de los coches, la UE demuestra no tener límite y la emprende con los frenos. Ahora quiere controlar las virutas de goma y partículas de los frenos desprendidos por pisar el pedal para parar el coche.
La norma avanza. Se llama Euro 7 y ya hay acuerdo provisional entre el Consejo y el Parlamento provisional para reducir aún más "los límites de las emisiones para los vehículos de carretera". La norma servirá como criterio de "homologación de vehículos de motor y motores, y de los sistemas, componentes y unidades técnicas separadas destinados a dichos vehículos, con respecto a sus emisiones y durabilidad de la batería". Y es que, efectivamente, va mucho más allá de los simples motores. El nuevo reglamento establece normas "más adecuadas para las emisiones de los vehículos y tiene como objetivo reducir aún más las emisiones de contaminantes del aire del transporte por carretera, y por primera vez cubre automóviles, furgonetas y vehículos pesados en un solo acto legal". Traducido: los vehículos profesionales también entran.
De hecho, "el acuerdo provisional alcanzado mantendrá los límites de emisiones de Euro 6 para automóviles y furgonetas, pero reducirá los límites para autobuses y camiones", señala Bruselas. Pero, cuidado con otra de las novedades, "también introduce límites para las partículas emitidas por los frenos (en particular en los vehículos eléctricos) y requisitos de vida útil". Es decir, que si los dueños o fabricantes de vehículos eléctricos se pensaban que la Agenda 2030 los iba a respetar, claramente se equivocaban.
"Con Euro 7 el objetivo de la UE es reducir las emisiones de los vehículos de carretera, no solo de los gases de escape, sino también de los frenos o los neumáticos. Al mismo tiempo, nuestro objetivo es ayudar a la industria a dar el gran salto a los vehículos de emisiones cercanas a cero desde 2035", señala Bruselas. Porque las virutas de goma de los neumáticos también le preocupan a la UE.
Así, el reglamento Euro 7 también establece límites para la durabilidad de la batería. La nueva legislación reemplaza las normas de emisiones previamente separadas para automóviles y furgonetas (Euro 6) y camiones y autobuses (Euro VI). Las normas estándar Euro 7 establecen límites de emisiones tanto para vehículos ligeros como pesados, es decir, automóviles, furgonetas, autobuses y camiones.
El acuerdo provisional limita la emisión de partículas sólidas con un diámetro a partir de 10 nm (PN10), en lugar de 23 nm como en Euro 6. En el caso de los autobuses y camiones de servicio pesado, el acuerdo alcanzado establece límites más estrictos para varios contaminantes, incluidos los contaminantes que no estaban regulados en el Euro VI, como el óxido nitroso (N2O).
Y "los colegisladores introducen requisitos más estrictos de vida útil para todos los vehículos en términos de kilometraje y vida útil: ahora sube a 200.000 km o 10 años para automóviles y furgonetas". Es decir, que nos podemos preparar para mantener más tiempo los coches porque Bruselas los ha decidido.