El grupo "plurinacional" Sumar —como ellos mismos se denominan— tiene claro que, por mucho que sea una locura turística, económica, laboral, etc, la prohibición de los vuelos cortos, lo piensa conseguir. El plan del partido de Yolanda Díaz cuenta ya con un esquema detallado y un documento oficial. Y consiste en prohibir los vuelos que tanto disfruta Pedro Sánchez y la propia Yolanda Díaz por medio de elevar sus costes fiscales hasta hacerlos literalmente prohibitivos para los españoles de clase media.
El texto no esconde su objetivo: la "prohibición de vuelos de recorrido corto". Y se encuentra ya registrado de forma oficial en el Congreso de los Diputados. "Se estima que la aviación es responsable de entre el 5-8% del impacto climático global, y, si no se toman medidas al respecto, se espera que las emisiones de la aviación se dupliquen para 2050 representando hasta una cuarta parte del conjunto mundial de gases de efecto invernadero según el Atlas Europeo de la Movilidad publicado por la Green European Foundation", afirman los comunistas.
"Además, estas emisiones son producidas por una parte muy pequeña de la población –más del 80% de la población mundial nunca ha volado, y el 10% de la población con mayores ingresos a nivel global consume el 75% de la energía utilizada en el transporte aéreo—. La única forma de reducir las emisiones de la aviación es reduciendo el tráfico aéreo", concluye de forma tajante el partido de Yolanda Díaz.
Lo cierto es que el volumen de emisiones de CO2 de España ha bajado desde las 371,537 megatoneladas de 2005 hasta las 231,914 de 2021. Pero el partido Sumar está empeñado en usar el alarmismo climático para provocar una pérdida de ingresos de la economía y reducir el nivel de vida de los españoles.
"Son muchas las estrategias para reducir el tráfico aéreo, siendo acabar con las ventajas regulatorias de la aviación sobre las formas de transporte más sostenibles, la más urgente", afirma. Y añade que "el queroseno es el único combustible fósil (aparte del petróleo pesado marítimo) que está exento de gravamen en casi todos los países. Los billetes de avión de los vuelos domésticos gozan de un IVA reducido (10%). Se calcula que esta pérdida de recaptación en las arcas estatales asciende a unos 40.000 millones de euros anuales en la Unión Europea".
Por todo ello, Sumar enumera posibles medidas de castigo a este tipo de vuelos, hasta convertirlos en literalmente prohibitivos para la clase media: "Movimientos referentes de la sociedad civil como la red global Stay Grounded proponen otras medidas como establecer límites para los vuelos de corta distancia, moratorias en los proyectos de expansión aeroportuarios, y una sobretasa a los viajeros frecuentes que encarecería todos sus vuelos, aunque podrían disfrutar de un vuelo libre de este sobrecoste cada dos años".
El partido de Yolanda Díaz recuerda otros ejemplos: "Ecologistas en Acción ha lanzado recientemente un documento llamado ‘Eliminación de vuelos cortos en España: estudio de Impacto y viabilidad’ en el que estipulan que dentro del territorio peninsular con alternativa ferroviaria de hasta 4 horas serían potencialmente sustituibles hasta 11 rutas, con un ahorro neto de emisiones de 303.125 toneladas de CO2. Además, el coste de las externalidades supondría un ahorro de 50,6 millones de euros anuales".
Y Sumar quiere que su Gobierno elabore "un informe que analice la reducción de emisiones que supondría impulsar la reducción de los vuelos de corto recorrido con alternativa ferroviaria de 3 horas"; "continuar los trabajos para impulsar la aprobación de la Directiva que en el ámbito de la Unión Europea trata la fiscalidad de los productos energéticos entre los que se encuentra el queroseno para la aviación"; y llevar a cabo un estudio sobre todas "las iniciativas europeas relativas a las medidas a aplicar para restringir los vuelos de los jets privados".