El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha afirmado este martes que quienes se están movilizando en las protestas de agricultores para reclamar menos trabas burocráticas, unas políticas medioambientales basadas en criterios científicos, mayor rentabilidad en las explotaciones y una PAC más eficiente, en su mayoría son "empresarios del campo" y no los trabajadores.
"Quien se está movilizando no son trabajadores por cuenta ajena, son empresarios del campo. Estas son movilizaciones básicamente empresariales y que responden a intereses empresariales, donde en algunas reivindicaciones creo que tienen razón y en otras tienen menos razón", ha dicho Sordo, que ha añadido que quienes se están movilizando son los mismos que se oponen a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI).
Las principales asociaciones agrarias criticaron en su día que no pueden asumir la subida del SMI porque los costes salariales en el sector agrario ya generan "un impacto dramático" en las cuentas de las explotaciones agrarias. Por su parte, el dirigente sindical critica que el campo se queja porque no encuentra trabajadores, mientras "decenas de miles" de españoles se van todos los años a trabajar en la vendimia francesa: "Lo mismo es que hay una diferencia de condiciones salariales y de condiciones laborales tan importantes entre Francia y España que es la razón por la que no encuentran gente de nuestra nacionalidad para trabajar en el campo", ha argumentado.
Protestas "no ligadas a los sindicatos"
Y mientras muchos agricultores critican a los sindicatos mayoritarios por haberles abandonado, Sordo ha insistido este martes en que las movilizaciones espontáneas convocadas a través de las redes sociales "no están ligadas a las organizaciones sindicales" y piensa que "no están siendo particularmente masivas".
"En mi opinión son movilizaciones legítimas, más allá de las interrupciones de tráfico que puedan estar provocando. Pero la cuestión de fondo es que es lo que se está reivindicando", ha subrayado.
Sordo, que comulga con las políticas medioambientales del Pacto Verde Europeo, afirma que los problemas del campo "trascienden clarísimamente de un Estado" y considera que la cuestión de fondo en este tema es cómo se hace compatible la defensa del sector primario español y europeo con la "asimetría" en las exigencias de carácter medioambiental, laboral y de carácter sanitario de los productos que se hacen y distribuyen en Europa con las de los productos que se importan desde otras partes del mundo.
"Y aquí creo que es donde los sectores que se están movilizando tienen una parte de razón, no menor. ¿Por qué? Porque creo que Europa, todo aquel acuerdo de libre comercio que establezca con cualquier otra parte del mundo, en materia en este caso de productos agrarios, tiene que exigir que tengan unos niveles mínimos de cumplimiento de una serie de normas, de carácter laboral o de carácter sanitario. Si esas normas sólo se exigen a los productores españoles o europeos, entonces se produce una suerte de competencia desleal o de dumping", ha explicado.
Ahora bien, Sordo ha precisado que no apoyaría que los agricultores reivindicaran una "política autarquista y proteccionista". "Eso al final sería buscar un mercado cautivo para repercutir precios sobre los ciudadanos", ha advertido.