Los bancos de alimentos han dado la voz de alarma: las donaciones se han reducido un 7,5% durante 2023 en la España happy de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, donde sólo 1 de cada 5 contratos corresponde a un puesto fijo y de horario completo y la escalada de la inflación hace que tres millones de personas tengan dificultades para comprar pollo, carne o pescado.
En 2023, los 54 bancos de alimentos asociados a la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), distribuyeron 140.295.937 kilos/litros entre 1.181.483 personas que accedieron a alguna de las 6.444 entidades benéficas que colaboran en la distribución de alimentos. Esto supone un 7,5% menos que en el mismo periodo del año 2022 y un 11,6% menos que en 2020. El 56,5% de estos alimentos provienen de excedentes alimentarios aptos para el consumo humano y el 7% (10.160.327) de donaciones de alimentos directas de empresas productoras de alimentación.
Por otro lado, el volumen de donaciones económicas de empresas y particulares ha caído un 38%, hasta 3.105.024 euros, uno de los datos más bajos de los últimos cinco años. Según FESBAL, "el descenso de la distribución de alimentos se explica por el incremento de precio de compra de la cesta básica y por la disminución del poder adquisitivo de los donantes, tanto en especie como monetaria".
El gobierno oculta las colas del hambre
Según los demoledores datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su encuesta anual de "Condiciones de Vida" en España, 4,3 millones de personas sufren una carencia material y social severa, un incremento del 1,3 puntos respecto a 2022 y de ellas, el 6,5% no puede permitirse comer carne, pescado o pollo al menos cada dos días. Es el dato más elevado de la última década. Lo más preocupante es que, según el informe, gran parte de esas personas no son pobres ni viven en hogares con baja intensidad de empleo.
"Los Bancos de Alimentos tenemos un gran reto por delante para el 2024 en donde además, dejaremos de recibir 24 millones de kilos de alimentos por los cambios introducidos en el reparto de ayudas europeas" y que, según ha denunciado FESBAL, va a dejar desprotegidas a 350.000 familias.
El Fondo Social Europeo Plus (FSE+), que sustituye al Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD), reemplaza la entrega de alimentos directa por tarjetas monedero a familias con hijos menores de 14 años, y será distribuida exclusivamente Cruz Roja, dejando fuera de esta ayuda a los Bancos de Alimentos.
"Los bancos seguirán necesitando de recursos para atender a la población vulnerable que no cumple con estos nuevos requisitos : familias monoparentales, personas mayores, personas sin hogar, migrantes, personas desempleadas o con niveles bajos de ingresos, entre otro colectivos", denuncia FESBAL.