Yolanda Díaz quiere que los restaurantes cierren antes. Poco parece importarle a la ministra de Trabajo lo que opinen el dueño del local o sus clientes, que son la verdadera autoridad para decidir si ese horario tiene sentido o no.
La prioridad de la fundadora de Sumar es que los camareros y los cocineros puedan disfrutar de su tiempo libre porque trabajar a partir de las 10 de la noche "afecta a la salud mental", ha declarado estos últimos días. Eso sí, siguiendo el ideal de Yolanda Díaz, no sabemos dónde van a disfrutar los camareros cuando salgan del trabajo... porque estaría todo cerrado. Tendrán que irse a casa.
Pero Yolanda Díaz tiene más planes. También quiere que los negocios no abran todos los domingos o los festivos y, muy importante, que todos los trabajadores del país trabajen menos de 40 horas a la semana cobrando lo mismo. ¿Para qué vamos a tener en cuenta la productividad de una empresa si podemos intervenirla por ley?
En concreto, Yolanda Díaz quiere que el máximo de horas que se trabajen este año sean 38 horas y media a la semana, y ya en 2025, que la ley lo reduzca a 37 horas y media. Estamos ante un nuevo sobrecoste para las empresas que se suma a la larga lista de atropellos que les brinda el gobierno.
¿Y cómo va a vigilar el Ministerio de Trabajo que su costosa idea se cumpla? Pues intensificando el control horario, la herramienta que ya impuso el Ejecutivo hace unos años para controlar las horas extra y que no ha tenido mucho éxito. La nueva idea de Yolanda Díaz es que sus inspectores puedan entrar en remoto en el sistema del registro horario de las empresas para averiguar en tiempo real las horas que se echan. Es decir, estamos ante la fiscalización absoluta de la empresa y del trabajadores. El Gran Hermano del horario laboral está a punto de comenzar.