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Domingo Soriano

El socialista 'hortelano': ni explica ni deja explicar

¿Recuerdan lo de que "el arte de cobrar impuestos consiste en quitarle al ganso la mayor cantidad de plumas con el menos número de graznidos"?

¿Recuerdan lo de que "el arte de cobrar impuestos consiste en quitarle al ganso la mayor cantidad de plumas con el menos número de graznidos"?
El Ministro de Economía, Carlos Cuerpo, este jueves, en el Congreso de los Diputados. | EFE

El Impuestómetro del Juan de Mariana ha escocido. No hay más que ver la reacción en redes sociales o la respuesta de Carlos Cuerpo a la acusación de Alberto Núñez Feijóo sobre la subida de impuestos.

Nota al margen: por cierto, me ha encantado cómo ha retorcido los datos y las estadísticas el ministro de Economía para no reconocer lo obvio. Ahora ya no vale la presión fiscal como indicador, ahora hay que mirar el tipo medio efectivo. Y no el tipo medio de ahora, sino el tipo medio desde 2019, incluyendo los años de la pandemia, en los que se hundió (facilitando que la media del tipo medio le salga a Sánchez más baja que la cifra actual). Y tipo medio ¿de qué impuesto?: porque escuchando a Cuerpo parece que un 15% es lo que paga un ciudadano en impuestos sobre el total de su renta. Pocas imágenes más falsas: y eso que el ministro, ante Ferreras, pone cara de técnico sensato que se supone que está luchando contra la desinformación.

Más que lo de Cuerpo, a mí me han llamado la atención algunos de los argumentos de la discusión en redes entre los sospechosos habituales: periodistas, académicos, expertos... Es verdad que unos y otros se echaban en cara lo de siempre: los de un lado nos dicen que España tiene una presión fiscal inferior a la de los países ricos de la UE (cierto, aunque en mi opinión sea algo no especialmente relevante) o que el indicador de esfuerzo fiscal no es bueno (esto me lo tienen que explicar con más calma, porque contradice directamente el principio de progresividad fiscal).

Los de la acera opuesta recuerdan las subidas de los Gobiernos de Sánchez o que en España, aunque la media de la presión fiscal parezca algo más baja que en otros países, lo cierto es que el que paga-paga: es decir, los que tienen un empleo y un sueldo un poco por encima de la media sí soportan una presión fiscal sobre el trabajo muy similar (en realidad, superior en muchas ocasiones) a las de los trabajadores medios de países de la UE que en teoría tienen impuestos más altos.

Pero el argumento que atrapó mi atención fue el de la manipulación. Un poco como Cuerpo, pero en modo tuitero. Le he leído a muchos gurús de la izquierda una acusación que podríamos resumir en "ya están los del Juan de Mariana retorciendo una cuestión compleja para sacar conclusiones exageradas". Y digo que me llama la atención porque no tendría por qué ser así.

Nos hemos acostumbrado a algo que es excepcional. Todos los países lo hacen, pero que todos lo hagan no quiere decir que sea inevitable, ni siquiera bueno. Y no me refiero a los altos impuestos, sino a su complejidad. ¿Recuerdan lo de que "el arte de cobrar impuestos consiste en quitarle al ganso la mayor cantidad de plumas con el menos número de graznidos"? Pues nuestros políticos han llevado la idea colbertiana a su máxima expresión.

¿Estadísticas?

Si lo pensamos bien, no tendríamos que estar discutiendo tanto de medias, presiones fiscales, esfuerzos o cualquier otra estadística. Para empezar, sería muy sencillo que cada ciudadano recibiera en su casa una carta en la que se le informara de cuánto ha pagado en impuestos directos: IRPF, Cotizaciones (y la parte que le toque en Sociedades por sus participaciones en empresas). Tampoco sería muy complicado que se le hiciera una estimación (en función del tamaño de su familia, sus ingresos y los patrones de consumo medio de la región en la que vive) de la cifra de impuestos al consumo. Y ahora, con el big data, incluso se podrían integrar con bastante facilidad el resto de pequeños impuestos de todas las administraciones (del IBI o matriculación a los propios de las comunidades autónomas).

No habría problema por mi parte en que también se le informara de un aproximado de lo que ha recibido a cambio: desde el coste de los servicios públicos por cabeza a los derechos devengados para su futura pensión.

Por qué no se hace. Como nadie se lo plantea, damos por hecho que es el estado natural de las cosas. Pero no es así. Cada día nos informan y exigen que nos informen de más cosas. De hecho, son muy pesados con esto: desde las advertencias en las cajetillas de cigarrillos, a las campañas sobre cómo educar a los niños, pasando por la puntuación de cada paquete de galletas que compramos o los muertos en accidente de tráfico en la Semana Santa del año pasado, para que no corramos.

Pero luego, esos mismos políticos (y expertos, periodistas, académicos) que tan interesados están en que el ciudadano tenga información (muchas veces dispuesta de forma más que discutible y en otras ocasiones al borde de la manipulación, pero eso hoy lo dejamos a un lado) para que tome decisiones de forma responsable... digo que esos mismos políticos nos ocultan la información más básica, la que tienen en sus manos, la que no les costaría nada entregarnos, la que no necesita ningún otro filtro, porque cada uno tenemos una cifra exacta, precisa y a su disposición.

Siempre digo que si yo fuera ministro de Economía (Dios no lo quiera) y sólo pudiera aplicar una medida en mis cuatro años en el cargo, lo que haría es cambiar la definición de "sueldo bruto" para que incluyera todas las cotizaciones sociales a cargo de la empresa y hacer obligatorio el envío de una carta anual a cada trabajador con el desglose de los impuestos directos que abona.

De hecho, podríamos ir más allá y hacer la transferencia del salario en dos partes: una positiva (sueldo bruto total) y una negativa (cobro de impuestos y cotizaciones). Con las herramientas informáticas que tienen ahora los bancos, estas transferencias se podrían realizar de forma simultánea, con lo que el ciudadano vería el cargo fiscal pero Hacienda no correría ningún peligro [Esto último lo digo porque podría haber un argumento que planteara que, si hubiera un día de diferencia entre la transferencia positiva y negativa, podría ocurrir que alguien quisiera limpiar su cuenta antes de que llegara la factura fiscal. Se hace de forma automática y nos evitamos este problema].

Por qué

Siempre que se lo planteo a mis amigos socialdemócratas ponen sonrisita de me has pillado y pasan a otro tema. Más o menos es esa idea de que debemos estar informados de todo... menos de esto. Y luego leo a los tuiteros listos, los que van de "yo soy un tipo serio, que me peleo con las estadísticas de Hacienda para hacer comprensible este tema tan complejo" señalando al Juan de Mariana por un informe que, qué quieren que les diga, está muy bien. Y sí, simplifica un tema que otros quieren hacer muy complejo.

Me pregunto por qué será que no nos quieren decir cuántas plumas nos sacan cada año. Por qué Cuerpo, que acusa a Feijóo de manipular, no nos lo pone más sencillo, pero así evitar que el PP o los malvados informes neoliberales nos engañen. Que nos dé todas las cifras que tiene a su disposición.

Digo todo esto y sé perfectamente que es imposible que lo hagan: es más fácil que nos bajen los impuestos a que nos expliquen cuánto pagamos. Yo lo llamo el socialista hortelano, por lo del perro: ni nos lo explica, ni deja que otros intenten explicárnoslo. Por cierto, tengo para mí que Feijóo tampoco lo haría.

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