El supuesto "cohete" en el que el Gobierno de Pedro Sánchez asegura que se ha convertido la economía española vuelve a quedar en evidencia. Ayer miércoles, la oficina estadística europea Eurostat publicó los datos del número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social en cada país del Viejo Continente y los resultados son demoledores para España.
En 2023, España adelantó a Grecia y se convirtió en el tercer país de Europa con más población en riesgo de pobreza. Este podio de la miseria lo lideran Rumanía y Bulgaria y España se sitúa en tercera posición, el único país del euro en este trío.
En el lado contrario se encuentran Finlandia y Polonia (16% ambos), Eslovenia (14%) y República Checa (12%), que tienen los menores porcentajes de población en dificultades. Cabe recordar, que tanto Eslovenia como la República Checa han superado en los últimos años a España en PIB per cápita medido en términos de Paridad de Poder Adquisitivo, lo que refleja el profundo estancamiento de la economía nacional.
La media europea mejora, pero España empeora
Como se observa en el gráfico anterior, en el conjunto de la Unión Europa, el 21,4% de la población se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión social (la conocida como tasa Arope), lo que supone cerca de 95 millones de personas. Sin embargo, la cifra disminuye respecto a 2022, cuando el 22% de la población de Europa se encontraba en esta situación.
La nota discordante la vuelve a dar en este caso España, que empeora su situación del 26% con el que había terminado el 2022 hasta el 26,5% de 2023. Así, estamos hablando de más de 12 millones y medio de afectados que se encontrarían, al menos, dentro de uno de estos tres escenarios que plantea la tasa Arope: "riesgo de pobreza", "carencia material y social severa" o "baja intensidad en el empleo". Cuando se sufre cualquiera de estos tres casos, pasan a formar parte de la tasa Arope.
Sin embargo, dentro de estas tres variables, el apartado de "carencia material y social severa" es el medidor más fiable para medir la "pobreza" de los ciudadanos de un país. En este caso, el INE, que es el que le hace llegar los datos a Eurostat, revela también que este indicador ha empeorado en 2023 hasta un nuevo máximo histórico: el 8,9% de la población sufre "carencia material y social severa", casi el doble desde 2019, cuando arrancó la pasada legislatura de Sánchez. Estamos hablando de más de 4,2 millones de personas en dificultades.
Además, como ya publicamos en Libre Mercado buceando todavía más en las estadísticas del INE, dentro de la categoría de "carencia material severa", el año 2023 terminó con tres millones de personas en dificultades para comprar pollo, carne o pescado.
No deja de ser llamativo que, después de casi seis años de Ejecutivo "progresista", indicadores de pobreza como los anteriores sigan empeorando, mientras el Gobierno de izquierdas ha dejado de prestarles la atención que tanto les dirigía cuando gobernaba el PP. Tampoco hay que olvidar que el Gobierno de Pedro Sánchez acostumbra a comparar la realidad de la economía española con la europea sólo cuando el resultado favorece al relato mientras ignora clasificaciones como la que acaba de publicar Eurostat.