Palma de Mallorca vuelve a manifestarse contra la turismofobia. Más de 20.000 personas, según la Policía Nacional, se congregaron el pasado fin de semana para poner "límites al turismo", el lema de las protestas de los organizadores "menys turisme, més vida" (menos turismo, más vida).
La portavoz de esta plataforma, Pere Joan Femenia, defiende que esta manifestación supone "un punto de inflexión, un golpe sobre la mesa, y el inicio de acciones y movilizaciones en las cuatro islas, no solo en Mallorca, que se extenderán más allá del verano". Además, esperan que, a partir de ahora, haya acciones de manera constante en las calles, los centros educativos y los espacios naturales de las cuatro islas.
Aunque las últimas protestas en Barcelona han sido las más violentas con los visitantes, donde los antituristas les llegaron a disparar hasta con pistolas de agua, las calles de Palma se llenaron de gritos y carteles de: "Turistas, marchaos a casa!", "Turistas iros a casa!" o "Turistas a casa, residentes SOS" entre otros.
Cabe recordar que la economía de Mallorca depende un 45% del turismo y contribuye a un 35% de los empleos de la isla, con más de 200.000 puestos de trabajo directos e indirectos.