
La proliferación de manifestaciones contra la situación actual del mercado inmobiliario por toda España sigue dando alas a un Sindicato de Inquilinos empecinado en convocar una huelga de alquileres. Así lo demuestran sus redes sociales, donde la organización liderada por la polémica Valeria Racu ya ha comenzado a difundir un formulario para todos aquellos interesados en secundar la protesta.
"No vamos a pagar sus precios y para ello hay que estar organizadas. ÚNETE A LA HUELGA DE ALQUILERES", reza el mensaje que difunden una y otra vez en su cuenta de X. A través de una dirección que conduce a su página web, se solicitan todo tipo de datos personales: desde los más básicos, como el nombre o el email, hasta la dirección, fecha del contrato de alquiler, precio del mismo y problemas que se hayan podido tener con el casero.
El objetivo es calibrar los apoyos que tendrían de cara a la huelga que pregonan, lo que también demostraría las dudas que el mismo sindicato tiene en estos momentos del éxito de su propia convocatoria. Sea como fuere, el tono sigue siendo tanto o más beligerante que en los días previos a la manifestación celebrada en Madrid el pasado 13 de octubre.
"Preparamos conflictos de dimensiones colosales", amenazan en sus redes, donde ahora se vuelcan en apoyar la acampada instalada este fin de semana frente al Ayuntamiento de Valencia. "¡Si no tenemos casa, ocuparemos la plaza! -escriben haciendo suyo el lema de los inquilinos valencianos -Mucho amor desde Madrid, vamos a hacer un país salvaje".
Si no tenim casa, ocuparem la plaça‼️
Mucho amor desde Madrid, vamos a hacer un país salvaje ❤️🔥#ValenciaNoEstaEnVenda https://t.co/UJYA6BvkuT
— Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid (@InquilinatoMad) October 19, 2024
La frase en cuestión sería un guiño a la comentada intervención en El Hormiguero de Rosa Belmonte, quien la semana pasada denunció la "dictadura del inquilinato" que este sindicato prentendía imponer con su huelga de alquileres para terminar preguntándose "qué páis salvaje es este".
De Valencia a Barcelona
En el caso de Valencia, la manifestación que ahora deriva en acampada está organizada por el movimiento "Valencia no se vende". Sus promotores defienden la limitación de los precios del alquiler y la "prohibición absoluta" de los pisos turísticos. "Ser casero no es una profesión'", "Tourist go home", "A.C.A.B (All caseros are bastard)" o "El capitalismo es el cáncer que mata a los barrios" son solo algunas de sus proclamas.
La siguiente gran cita de este movimiento tendrá lugar el próximo 23 de noviembre en Barcelona, el lugar donde nació la controvertida Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) impulsada por Ada Colau y que hoy se ha convertido en cuna de los sindicatos de vivienda más radicales.
La manifestación ha sido convocada por el Sindicat de Llogateres i Llogaters, homólogo del controvertido Sindicato de Inquilinos en Barcelona. Sin embargo, bajo el lema de "Se acabó: bajemos los alquileres", marcharán organizaciones de todo tipo. Entre ellas, el Sindicato de Vivienda Socialista de Cataluña. Liderado por María Parés, este último exige directamente acabar con el derecho a la propiedad privada.
🔵#23N🔵
El 23N hem de desbordar els carrers de Barcelona. Contra els preus exorbitants, contra les falses solucions dels polítics professionals, lluitem per un habitatge universal.
Apropa't a la teva assemblea i preparem juntes una mobilització que ha de ser històrica. 💥👇 pic.twitter.com/EkdniuySch
— Sindicat Habitatge Socialista de Catalunya (@SindicatHabSC) October 21, 2024
Aunque en este tipo de citas es común ver carteles en los que aboga por la "expropiación de viviendas vacías en manos de bancos y fondos buitre", este sindicato va más allá. "Apostamos por expropiar los pisos turísticos y las viviendas vacías -dicen en uno de sus mensajes, ampliando el órdago con independencia de su titularidad-. La vivienda debe ser gratuita y universal". A pesar de no aportar estudios ni memoria económica alguna, los promotores de este sindicato se atreven a asegurar que "existen las condiciones para que todo el mundo, sin excepciones, pueda disfrutar de un acceso a la vivienda, de forma gratuita y con unas condiciones de vida de calidad".
A su juicio, "el problema no es sólo un precio abusivo de la vivienda, sino el hecho de tener que pagar por ésta", así que reclaman tanto la "abolición de los alquileres e hipotecas" como la "condonación de cualquier deuda inmobiliaria". De esta forma, serían los bancos, pero también los pequeños propietarios que sustentan el 92% del mercado del alquiler en nuestro país, los que tendrían que asumir pérdidas millonarias.
Además, abogan por prohibir "cualquier tipo de desahucio, sean grandes fondos buitres o bancos, sean empresarios o pequeños rentistas", una medida que vendría derivada de las anteriores y que acabaría, por tanto, con el derecho a la propiedad privada.