En las últimas semanas, el Sindicato de Inquilinos ha iniciado su particular turné televisiva para tratar de contrarrestar el discurso de las víctimas de la inquiokupación y poner el foco en los "millones de personas" que, según defienden, no llegan a fin de mes por culpa de los propietarios "especuladores" que no dejan de subir los precios del alquiler. "Los gobiernos son responsables, pero los propietarios son culpables", repite como un mantra su portavoz, Valeria Racu, quien no solo justifica a los okupas, sino que demoniza a los caseros y llama a "sacar la vivienda del mercado".
El economista Daniel Lacalle, el promotor inmobiliario Eduardo Molet o el director adjunto del Grupo Libertad Digital, Carlos Cuesta, son solo algunos de los expertos que han puesto en evidencia la debilidad e incoherencia de sus argumentos en distintas apariciones televisivas. En Antena 3 primero y en Telecinco después, Racu ha puesto sobre la mesa los ejes de un discurso, el de un sindicato que se arroga la representación de todos los inquilinos de España, que caen por su propio peso.
"Hemos normalizado que podemos vivir desprotegidas"
Racu, que siempre habla de "inquilinas" porque asegura que son muchas más mujeres que hombres, denuncia que "hemos normalizado que las inquilinas podemos vivir desprotegidas y que podemos tener un miedo constante". "No dormimos por la noche. Cuando se acerca al final de un contrato tenemos miedo de hablar con nuestro casero porque lo más seguro es que no nos renueve el alquiler", lamenta.
Lo que olvida es que, tal y como Daniel Lacalle le recordaba en Espejo público la semana pasada, "la ley es muchísimo más beneficiosa para los inquilinos que para los propietarios". De hecho, los expertos llevan años alertando de que es precisamente la inseguridad a la que se somete a estos últimos lo que empuja a muchos ciudadanos a no volver a alquilar su vivienda; una inseguridad que viene dada tanto por la impunidad okupa como por los límites que se imponen a la actualización de rentas, a pesar de que la vida sube para todos.
"Hay que sacar la vivienda del mercado"
Para el Sindicato de Inquilinos, la única solución posible al problema de vivienda que existe en España no es acabar con el excesivo intervencionismo, tal y como apuntan los expertos, sino directamente "sacar la vivienda del mercado". Traducido en palabras de Racu: "Que no se pueda jugar con nuestras vidas, que no se pueda ganar dinero a costa de una necesidad básica. Sacar la vivienda del mercado significa cortar todos los privilegios de los especuladores de poder hacer negocios". A su juicio, "que cualquier persona que pretende ganar dinero pueda comprarse una casa para invertir en alquiler es algo que hemos normalizado y es totalmente ridículo".
Frente a su opinión, los hechos. "El parque total de viviendas en España es de 13 millones. De esos 13 millones, 2,4 están en alquiler y la vivienda social en España, la real, no la que se ha dicho que se va a poner en actos electorales, son 325.000 -le advertía este lunes en La mirada crítica de Telecinco Carlos Cuesta-. Es decir, que, si tú atacas a los propietarios, se podría retirar del mercado la práctica totalidad, 2,1 millones".
De esta manera, el director adjunto del Grupo Libertad Digital invitaba a Racu a reflexionar sobre cómo iban a poder vivir entonces todos aquellos que no pueden acceder a un piso en propiedad. En la misma línea le respondía también Daniel Lacalle hace unos días en Antena 3: "Comprar una vivienda para alquilar es un servicio público, porque esa persona no se puede comprar esa casa, por lo tanto, tiene una oportunidad".
"Un casero no tiene por qué subir el alquiler"
Según la portavoz del Sindicato de Inquilinos, "un casero no tiene por qué subir el alquiler cuando se acaba el contrato, y lo hace; un casero no tiene por qué quedarse con la fianza, y lo hace". Se olvida, una vez más, de que la vida sube para todos y la ley fija la fianza como una posible compensación por daños o impagos. No en vano, muchos inquilinos la utilizan para no pagar la renta del último mes o para evitar pagar suministros cuyas facturas llegan una vez concluido el contrato.
"La inquiokupación son casos anecdóticos"
Lejos de solidarizarse con los propietarios que narran su particular calvario por culpa de inquiokupas que, en muchos casos, son falsos vulnerables, Valeria Racu trata de minimizar este fenómeno. Aunque no existen cifras oficiales, puesto que al considerarse legalmente como meros impagos no se dirimen en la vía penal, la Plataforma de Afectados por la Ocupación cifró ya en 2023 en más de 80.000 el número de víctimas de esta lacra. El creciente número de casos que afloran cada día en este y otros medios de comunicación demuestra que, lejos de aminorarse, es un fenómeno al alza.
"No tengo por qué completar la pensión de la gente"
Tanto en su primera intervención en Antena 3 como después en Telecinco, Valeria Racu ha sido testigo del durísimo testimonio de dos jubilados que decidieron alquilar sendos pisos heredados para complementar su pensión. Por un lado, Carmen, que a sus 78 años tiene que soportar que su inquiokupa no le pague la renta y, sin embargo, realquile su casa por 2.000 euros. De otro, Carmelo, el pensionista que lleva cinco años manteniendo a sus inquiokupas, a pesar de que cuando firmaron el contrato tenían ingresos más que suficientes y, aún así, contaron con un avalista.
"¿Pero por qué yo le tengo que completar la pensión a este señor? No es responsabilidad de las inquilinas tener que suplir la pensión de la gente", respondía Racu, demostrando no solo su falta de empatía, sino su distorsión de la realidad. "Hay una cosa que se llama contrato", le recordaba Daniel Lacalle, que defendía algo tan simple como el derecho a la propiedad y a que se cumpla la legalidad vigente.
Contra los pisos turísticos y de temporada
Frente a quienes denuncian la falta de vivienda social impulsada por un Gobierno que, sin embargo, obliga a los propietarios a mantener a inquiokupas teóricamente vulnerables, Racu vuelve a tratar de desviar la atención. "No es solo que no se haya construido vivienda, es que las que ya existen se están usando de una manera totalmente antisocial -dice la portavoz del Sindicato de Inquilinos-. Hay un gran porcentaje de vivienda que se está secuestrado en pisos turísticos, se está secuestrado en alquiler temporal…".
Más allá de que, tal y como subrayan los expertos, los propietarios estén decantándose cada vez más por estas otras modalidades por la inseguridad que el polémico decreto antidesahucios de 2020 y la Ley de Vivienda han generado, lo cierto es que no se puede ignorar que tanto los pisos turísticos como los alquileres de temporada también son necesarios: hay muchos lugares en los que no hay hoteles y muchas personas con necesidades muy diferentes.
"Tienen que bajar los alquileres"
Con todo, y a la espera de que la propuesta de Podemos y Sumar de prohibir a los ciudadanos comprar casas para alquilar salga adelante, el Sindicato de Inquilinos insiste en que "tienen que bajar los alquileres, y aquí tienen que intervenir tanto los gobiernos, que son los responsables, como los caseros, que son culpables porque se están aprovechando".
La respuesta de Lacalle no tiene desperdicio: "Lo que es una evidencia es que, en todos los sistemas intervenidos, el acceso a la vivienda no solamente es mucho menor, sino que, además, se da por privilegio político, que a lo mejor es lo que le interesa a la señora Racu".