
La posibilidad de que el Gobierno haga permanente el impuesto que grava a las grandes energéticas ha recibido una tajante respuesta de Repsol, que en un primer movimiento se ha llevado a la localidad portuguesa de Sines un proyecto para construir un electrolizador de 4 MW y que ha avisado de la paralización de los grandes proyectos previstos en sus refinerías en España, con inversiones de varios miles de millones de euros.
El aviso de la compañía de que este impuesto es "populista", "compromete seriamente el modelo de futuro" de España e "imposibilita" que la inversión "pueda llevarse a cabo", como señala este mismo martes el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, en una tribuna en La Vanguardia, ha llevado a Sumar a proponer su solución para el conflicto. El Gobierno, a su juicio, debería responder tomando el control de la compañía para vetar movimientos como este.
En un mensaje publicado en X, el portavoz económico de Sumar, Carlos Martín, acusa a ejecutivos y accionistas de Repsol de haberse "embarcado en una operación de "chantaje fiscal" contra España" por su intención de llevarse inversiones a países que no castiguen la creación de riqueza y la inversión.
Los ejecutivos y accionistas de Repsol se han embarcado en una operación de "chantaje fiscal" contra España. Amenazan con llevarse inversiones estratégicas a Portugal si no se rebajan los impuestos sobre los beneficios históricos que están registrando
— Carlos Martín Urriza (@carlosurriza) October 21, 2024
Martín alega que Repsol "nace de la privatización de las empresas públicas agrupadas en el Instituto Nacional de Hidrocarburos, como la distribuidora Campsa, la refinera Enpretrol o Butano" y propone varias formas de "defenderse" de lo que, insiste, es un "chantaje". Entre ellas no está la eliminación del tributo sino seguir "incrementando impuestos a aquellas energéticas que no realicen inversiones estratégicas suficientes para la transición verde en España y empleando estos recursos para llevarlas a cabo". También propone "tomar una participación de control de Repsol por el sector público, como se ha hecho en Telefónica", en alusión a la entrada de la SEPI en la empresa de telecomunicaciones. Por último, aboga por más impuestos en Europa, al pedir "una regulación que impida el dumping entre países y el chantaje fiscal empresarial".
La petición de Martín entronca con la propuesta lanzada por Sumar hace unos días en el Congreso para crear una "agencia industrial pública y un banco público de inversión" que recuerda al franquista Instituto Nacional de Industria (INI) y que incluye expresamente entre sus objetivos evitar las deslocalizaciones.