
Desde comienzos de los 2000 hasta nuestros días, la Comunidad de Madrid se ha convertido en un verdadero ejemplo de libertad económica, encadenando decenas de bajadas de impuestos y combinando dicha reducción de la presión fiscal con políticas de desregulación y convenios de colaboración público-privada en el ámbito de los servicios básicos.
Este modelo, implantado originalmente por Esperanza Aguirre y desarrollado en los últimos años por Isabel Díaz Ayuso, ha hecho que Madrid lidere el Índice Autonómico de Libertad Económica, en el que se da la circunstancia de que Cataluña ha caído al penúltimo puesto del ranking. ¿Y qué efectos ha tenido la firma apuesta de la región madrileña por una mayor libertad económica?
El primer cambio significativo es el que se ha producido en el tamaño de su población, que ha crecido con fuerza merced a la llegada de un número creciente de personas nacidas en otras comunidades autónomas y otros países. La combinación de esa inmigración internacional, mayoritariamente latinoamericana, con los flujos de migraciones internas ha hecho que la población de Madrid se dispare en 2,3 millones de personas, pasando de 5,3 a 7 millones entre los años 2000 y 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística. La mitad de los asalariados madrileños y más del 40% de los residentes de la región provienen de otras comunidades autónomas u otros países.
En paralelo, la renta per cápita de los residentes en la Comunidad de Madrid se ha duplicado durante el periodo estudiado. Las cifras del INE muestran que este indicador ha subido de un promedio de algo más de 21.000 euros en el año 2000 a niveles ligeramente superiores a 42.000 euros en los últimos datos cerrados, correspondientes a 2023.
La comparativa con Cataluña resulta, de nuevo, muy ilustrativa: a comienzos del siglo XXI, el PIB per cápita madrileño superaba al catalán en 1.713 euros (21.177 euros en Madrid, 19.464 euros en Cataluña), mientras que en la actualidad esa brecha ha crecido hasta los 6.873 euros (42.198 euros en Madrid, 35.325 euros en Cataluña). En comparación con la renta nacional, Madrid está ahora un 36% por encima, mientras que Cataluña solamente mejora el promedio en un 14%.
Por último, el ritmo de crecimiento de la economía ha sido tan acelerado que, a lo largo de los tres últimos lustros, el PIB de Madrid ha venido expandiéndose a un promedio anual del 1,8% que supera en un 60% los niveles apreciados en el conjunto de la economía española (en torno al 1% de mejora anual del PIB para el mismo periodo).