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Ni ricos ni pobres: la clase media soporta el 70% de la recaudación del IRPF

Por debajo de 15.000-18.000 euros se tributa muy poco. Por encima de 90.000 hay muy pocos contribuyentes.  

Por debajo de 15.000-18.000 euros se tributa muy poco. Por encima de 90.000 hay muy pocos contribuyentes.  
En España, como en casi todos los países de la UE, la recaudación del IRPF la soportan sobre todo las clases medias. | Europa Press

El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) está siendo uno de los temas de moda de este comienzo de verano. Y no por la finalización de la campaña de la renta de 2016, aunque también. Hay noticias sobre problemas con Hacienda de contribuyentes muy destacados, un techo de gasto que se basa en estimaciones de ingresos fiscales muy optimistas y los primeros datos sobre la recaudación en este primer semestre 2017, que marcha mejor de lo previsto. Y para rematarlo, el Gobierno se tenía que plegar a las exigencias de Ciudadanos y anunciar una reforma en el impuesto para el próximo año que implicará que aquellas personas que ganen por debajo de 14.000 euros anuales no pagarán ni un euro en IRPF.

Pero no sólo de noticias vive el hombre. También están las estadísticas. Y la semana pasada se publicaba una muy relevante, que quizás ha pasado algo desapercibida entre tantos titulares. Hablamos de las cifras de declarantes del IRPF que todos los años por estas fechas sube a su web la Agencia Tributaria. Son datos de 2015, eso es cierto, pero pueden servir para poner en contexto muchas otras de esas noticias.

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IRPF. Declarantes por tramo de base imponible general

En el documento vemos que hay más de 7.000 personas en España que declaran unos ingresos superiores a los 600.000 euros anuales. Y en el extremo opuesto, 2,3 millones de contribuyentes con ingresos para esta base general inferiores a los 1.500 euros. Entre medias, el resto de los 19,5 millones de declarantes del impuesto, que se concentran fundamentalmente en los tramos intermedios: de 6.000 a 60.000 euros. Lo previsible.

Junto a este informe, el Ministerio de Hacienda publica otros estudios sobre el IRPF que también pueden servir para hacernos una idea de quién paga impuestos en España, con todas las implicaciones que eso tiene. Para saber qué implican las rebajas limitadas a un determinado grupo de contribuyentes: como en el acuerdo Gobierno-Cs, que cifra en 2.000 millones de euros el coste, sumando esta rebaja y el aumento de las deducciones por natalidad y dependientes a cargo. También para calcular si es posible cumplir con esas promesas de gasto público que se incluyen en los programas de todos los partidos y que nos aseguran que se financiarán subiendo impuestos sólo a los ricos. En ambos casos hay que tener cuidado: ¿es posible cuadrar todas esas cifras?

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IRPF 2013. Distribución de la carga impositiva por tramos de base imponible

Para esta parte utilizaremos el "análisis de los datos estadísticos" de la web del Ministerio. Las últimas cifras son de 2013. Los cuadros 45-46 dividen la carga impositiva y la cuota resultante por tramos de base imponible. Es decir, cuánto aporta cada escalón de ingresos a la recaudación del impuesto (ampliar imagen de la derecha con todos los detalles).

Teniendo en cuenta que la rebaja fiscal pactada hace unos días beneficiará a todos aquellos que ganen menos de 18.000 euros, podemos dividir al conjunto de los declarantes en tres categorías (recordemos que hablamos de datos de 2013, es previsible que los de 2016 sean algo más elevado, con más contribuyentes en los escalones superiores):

  • Ingresos inferiores a 18.000 euros. Hablamos de 11,4 millones de declaraciones, el 59,4% del total. Personas con ingresos muy bajos, bien porque no trabajan y reciben todos sus ingresos de prestaciones públicas o bien porque tienen salarios reducidos (ya sea porque su sueldo mensual es bajo o porque trabajan sólo una parte del año). La cuota íntegra que aportan estos contribuyentes equivale al 10,8% del total

  • Ingresos entre 18.000 y 90.000 euros. Es lo que podríamos llamar clase media. La mayoría de ellos probablemente sean trabajadores con un empleo fijo y que reciben la mayor parte de sus ingresos de su salario o actividades económicas derivadas de su carrera profesional. Suman el 39,4% de las declaraciones: casi 7,6 millones de contribuyentes. Y lo que aportan a la recaudación supone el 70,6% del total.

  • Ingresos superiores a 90.000 euros. Son el 1,1% de los contribuyentes, unas 200.000 declaraciones. A pesar de que no son muchos en términos absolutos, aportan casi el 18,6% de lo recaudado.

Con todo esto sobre la mesa, se pueden sacar tres conclusiones. En primer lugar, los ricos pagan. Y muy por encima de su peso. Es lo lógico de acuerdo al diseño del impuesto. No quiere decir que esto sea bueno o malo. En todos los países con un impuesto sobre la renta ocurre. En algunos países éste es un tributo mucho más progresivo y en otros no tanto. Por cierto, no siempre estos países son los que pensamos. Por ejemplo, en EEUU, el 1% de los contribuyentes más ricos aporta el 39% de la recaudación del IRPF; en España ya hemos visto que ese 1% sólo aporta la mitad de ese porcentaje, algo que también ocurre en países del norte de Europa, teóricos ejemplos de socialdemocracia y donde los impuestos sobre la renta son mucho menos progresivos de lo que se cree (ver aquí, una explicación detallada al respecto). Este es un tema abierto a la discusión ideológica, pero conviene empezar asumiendo las cifras.

Por cierto, que otra cuestión importante, de la que hemos hablado en otras ocasiones en Libre Mercado, es la que tiene que ver con el número de ricos. Las rentas altas en nuestro país aportan menos en impuestos como el IRPF entre otras cosas porque son muy pocos en comparación con lo que ocurre en otros países de la UE. El top 1 y el top 10 español tiene unos ingresos muy inferiores al top 1-top 10 francés o alemán (por no hablar del estadounidense o el suizo). Al mismo tiempo, hay muchos menos españoles que lleguen a 100.000, 500.000 o 1 millón de euros que franceses, alemanes o ingleses. Los 75.000 contribuyentes que declaran rentas superiores a 150.000 euros y los 7.000 que están por encima de los 600.000 son unos privilegiados, tanto aquí como en Suecia, Dinamarca, Francia o Alemania. La diferencia es que en España son una absoluta minoría (0,4% del total) y en estos otros países, aunque también están en los escalones superiores, no son una anomalía casi imposible de encontrar (por poner un ejemplo, en Francia el top 1 de residentes con más ingresos empieza bastante por encima de los 200.000 euros).

La segunda conclusión es que en España, como también ocurre en casi todos los demás países ricos, el grueso de la recaudación llega de la clase media. El 40% de los contribuyentes que aporta el 70% de lo que ingresa el Estado por IRPF. ¿Se puede subir este impuesto sólo a los ricos? Sí, pero el impacto recaudatorio será limitado. Si uno quiere incrementar un 20-30-40% lo que se ingresa en total por IRPF tendrá que tocar a los sueldos a partir de 20.000-25.000 euros. Si no lo hace, las cuentas no salen.

Por último, medidas como las aprobadas la semana pasada pueden merecer muchas valoraciones, pero hay que destacar que se dirigen a un colectivo que ya paga muy pocos impuestos sobre la renta. También son los que más lo agradecerán, porque son los que menos ganan. Pero las cifras totales serán necesariamente limitadas. Los que ganan por debajo de 18.000 euros aportaban menos de 6.000 millones en 2013. Son más de once millones de contribuyentes que estarán más contentos hoy que hace diez días, pero su peso en el impuesto es el que es.

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