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Inflación, luz, gas, petróleo y quiebras: la bomba energética que está a punto de estallar

La luz, el gas, el petróleo y los derechos de CO2 siguen marcando récords sin dar tregua... y sin que todavía haya llegado el invierno.

La luz, el gas, el petróleo y los derechos de CO2 siguen marcando récords sin dar tregua... y sin que todavía haya llegado el invierno.
La crisis energética aviva el temor a un repunte mayor de la inflación | Cordon Press / Freepik

Máxima tensión en el mercado energético. La luz, el gas, los derechos de emisión del CO2 o el petróleo siguen marcando récords sin dar tregua y sin que todavía haya llegado el invierno. Este miércoles, el precio de la electricidad en el mercado mayorista (pool) alcanzará los 189,9 euros el megavatio hora, lo que implica el octavo máximo histórico en lo que va de septiembre.

Así, el precio de hoy se sitúa como el más alto registrado en la serie e, incluso, en determinados tramos horarios llegará a romper la onerosa barrera de los 200 euros la hora. Por ejemplo, entre las 21:00 y las 22:00 horas, los cerca de 11 millones de hogares españoles que tienen contratada una tarifa regulada o PVPC pagarán por la electricidad la friolera de 208,47 euros.

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Con esta nueva subida, el precio de la luz multiplicó por más de tres el que tenía este mismo bien el año pasado (49,15 euros). Para mañana jueves, se espera un precio medio similar, aunque en las horas más caras (entre las 9 y las 10 de la noche) la luz llegará hasta los 221 euros, lo que pone todavía más en entredicho la promesa de Pedro Sánchez de que todos los españoles acaben pagando a finales de 2021 por la luz "una cuantía similar" a lo que pagaron en 2018.

Alerta de quiebras

Hay que recordar que, mientras que hay 11 millones de consumidores afectados por los vaivenes de la tarifa regulada, alrededor de otros 18 millones restantes pertenecen al mercado libre, donde el precio de la energía lo fija de antemano la eléctrica estableciendo una especie de tarifa plana que permite al consumidor saber lo que va a pagar por la energía que consuma en el futuro y que se calcula con precios pasados —por ejemplo, los de 2020—.

Tradicionalmente, estas tarifas planas resultaban más caras a cambio de más seguridad en el precio, tal y como explica el Banco de España en este informe, pero durante los primeros meses del año han permitido blindar a sus clientes de la subida del precio de la luz. Eso sí, como ya explicamos en Libre Mercado será por poco tiempo, debido a que las compañías eléctricas difícilmente podrán absorber una subida de la electricidad, que apunta que va para largo.

"Las grandes podrán soportarlo, pero habrá comercializadoras pequeñas que no aguanten y tengan hasta que romper contratos... o quebrar" advertía otra fuente del sector. Esta semana, la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), Cani Fernández, venía a confirmar estos augurios. "Nos tememos que haya muchas pequeñas comercializadoras que puedan quebrar", avisó. Otra grave derivada es que haya empresas de todo tipo de sectores que se vean obligadas a cerrar porque con los altos precios de la energía no les compensa seguir produciendo sus productos, como ya está sucediendo en Reino Unido.

El gas y los conflictos internacionales

El elevado precio del gas y el incremento del precio de los derechos de emisión de CO2 —que ejercen como un impuesto encubierto a nivel europeo y cuyos ingresos recauda la Hacienda de cada país—, están detrás de este encarecimiento sin precedentes del precio de la luz. Además, no hay que olvidar que, en España, al recibo de la luz también hay que sumarle abultados costes políticos y fiscales.

En el caso del gas natural, los precios siguen desbocados y este miércoles han alcanzado los 78,99 euros por megavatio hora, cuando hace justo un año apenas llegaban a los 13 euros, un ascenso que supone multiplicar por seis su valor. A esta tormenta gasista se le une que la semana pasada Rusia decidía cerrar el suministro de gas que envía a Europa por Ucrania y que la reciente ruptura de relaciones entre Argelia y Marruecos podría poner en riesgo la entrada del gas que Argelia manda a España por el gasoducto Magreb-Europa, que atraviesa Marruecos. Argelia es el principal país proveedor de gas natural de nuestro país. Estas tensiones internacionales unidas al aumento de la demanda de gas en Asia, contribuirán a inflar todavía más los precios del gas en el Viejo Continente.

Los impuestos del gas siguen contribuyendo mes a mes a llenar las arcas del Estado sin que Hacienda se haya planteado rebajarlos del 21% de IVA como hiciera con la luz. En pleno encendido de las calefacciones en los hogares el encarecimiento del gas podría ser fatal para los bolsillos de los ciudadanos. Lo único que ha hecho el Gobierno para evitar este golpe del gas en las familias es poner un tope a la subida del gas de los próximos meses, pero generando una deuda que después tendrán que seguir pagando los consumidores en sus próximas facturas, aunque el sector duda de cómo recuperará ese dinero en 2022. Según los futuros, no será hasta entonces cuando se prevé que se frene el precio del gas.

La inflación al alza

El elevado precio de la energía ha provocado que la inflación se dispare hasta el 4% en septiembre y alcance su tasa más alta en 13 años. Según Estadística, en el comportamiento interanual del IPC destaca la subida de los precios de la electricidad, mayor este mes que en septiembre del año pasado.

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También influye, aunque en menor medida, el aumento de los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales y el hecho de que los precios de los paquetes turísticos bajaron menos en septiembre de este año de lo que lo hicieron en igual mes de 2020. Tampoco hay que olvidar que en estas últimas jornadas el barril de petróleo ha rozado los 80 dólares.

Aunque el Gobierno siga restándole importancia al repunte de la inflación, las dudas sobre su carácter transitorio cada vez son mayores. Y es que, si tenemos en cuenta el último dato de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que hemos conocido hoy, este indicador aumentó en septiembre hasta el 1%, cuando en abril la tasa interanual de la subyacente era 0%.

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