El Instituto de Estudios Económicos ha presentado un estudio sobre la eficiencia del gasto público en España, la UE y la OCDE. El think tank de la CEOE considera que el ajuste presupuestario que se puede conseguir por esta vía rondaría los 60.000 millones de euros y permitiría consolidar las cuentas públicas evitando nuevas subidas de impuestos.
"No es momento de aumentar la presión tributaria, menos aún en medio de una profunda crisis económica y de un escenario de grave incertidumbre por la situación en Ucrania. En España ya estamos en el furgón de cola en la recuperación económica, de modo que tenemos", señaló en la presentación del informe el presidente de la entidad, Íñigo Fernández de Mesa.
El también vicepresidente de la CEOE recalcó durante el acto con la prensa que "la de la eficiencia en el gasto es una cuestión que no se ha tocado ni trabajado lo suficiente. El propio grupo de expertos que constituyó el ministerio de Hacienda para diseñar su propuesta de reforma fiscal menciona la importancia de tomar en consideración esta cuestión.
"A partir de un cierto umbral, un mayor nivel de gasto no mejora necesariamente la prestación de los servicios públicos ni el crecimiento económico. Cuando superamos ciertos niveles, se pueden dar niveles de menor bienestar, no mayor. La evidencia empírica así lo ha demostrado a lo largo de los años", destacó quien fuera número 2 del ministerio de Economía.
Ahorros de 60.000 millones
"La situación de las finanzas públicas es muy delicada. La presión fiscal, ajustada por economía sumergida y paro, ya es superior a la media europea. La deuda ha crecido con fuerza. Si no abordamos estas reformas, caemos en un círculo vicioso. En este sentido, lo bueno de este enfoque es que la mejora en la eficiencia en el gasto no solo permite sanear las cuentas públicas, también tiene efectos muy positivos para el sector privado, que de esa forma tiene más renta disponible y puede invertir con más holgura, propiciando un aumento de la actividad económica y, con ello, del crecimiento y el empleo", explicó Fernández de Mesa.
"España tiene una posición desfavorable en este ámbito. Si asignamos una nota 100 al país medio de la OCDE, la eficiencia en el gasto que tenemos en España es un 25% Podríamos reducir el gasto público al menos un 14% sin que ello suponga ningún deterioro en los servicios ofrecidos. Esa mayor eficiencia puede suponer un ahorro de 60.000 millones de euros. Por esa vía se puede lograr la consolidación fiscal sin necesidad de subir impuestos", señaló el ponente.
Durante la presentación del estudio se incidió en que el indicador de eficiencia del gasto público en España ha pasado de 87,4 a 74,4 puntos entre 2019 y 2021, de modo que la posición obtenida por nuestro país ha empeorado en tres escalones, pasando del 26 al 29 del ranking de la OCDE.
Diez propuestas clave
Desde el IEE abogan por articular el gasto público de acuerdo con el siguiente decálogo de medidas y principios rectores:
1. Mecanismos de transparencia y rendición de cuentas.
2. Gestión profesionalizada e independiente, frente a la politización.
3. Medición constante de las políticas públicas, fijando objetivos y resultados.
4. Fomentar la colaboración público-privada, externalizando servicios.
5. Blindaje de la competencia fiscal entre Administraciones Públicas.
6. Consolidación de programas y eliminación de duplicidades.
7. Mayor flexibilidad en el empleo público y apuesta por la productividad.
8. Fijación de presupuestos en base a resultados.
9. Tratar al usuario de los servicios públicos como un cliente, no un mero sujeto pasivo.
10. Digitalización de los procesos y servicios prestados por el Estado.