El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reconocido que sus cálculos sobre la evolución de la economía española han fallado. Otra vez. El líder del PSOE confirmó ayer lunes que el Ejecutivo va a revisar a la baja de la previsión de crecimiento del PIB para este año, que todavía mantenía en un fantasioso 7%.
A pesar de la lista infinita de organismos y casas de análisis que auguraban recuperaciones del PIB en 2021 y 2022 mucho más modestas que las de Sánchez, el Ejecutivo lleva un año manteniendo un cuadro macro imposible de cumplir.
La previsión fallida de 2021
El mes pasado, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ya certificó el fracaso de los números del Gobierno para 2021. Según el INE, la economía española cerró 2021 con un crecimiento del 5,1%, lo que supone quedarse 1,4 puntos por debajo de la previsión de Sánchez, que apuntaba al 6,5%.
Ese crecimiento del 5,1% también refleja que España ha recuperado menos de la mitad de la caída del 10,8% que se produjo en el fatídico año 2020. Esto significa que la economía española continúa a años luz de recuperar el crecimiento perdido por la crisis del coronavirus -se apunta a 2023-. Lejos quedan también las promesas del Ejecutivo, con Calviño a la cabeza, que pronosticó que nuestro país se convertiría en "el motor de crecimiento de Europa". No podían haber errado más.
Con el dato del INE, se confirmaba que el Gobierno había inflado los números sobre los que se cimientan los Presupuestos de 2022. Además, si tenemos en cuenta que el Gobierno calculaba que la economía española iba a crecer un exitoso 9,8% en 2021 y que el año pasado tuvo que revisar esos datos a la baja, hasta el 6,5%, el baile de cifras del Ejecutivo es insólito.
Putin como chivo expiatorio
Aunque desde hace unas semanas Nadia Calviño ya estaba empezado a deslizar que no le quedaría más remedio de llevar a cabo la evidente rectificación de sus previsiones, no ha sido hasta la entrevista de ayer con Susana Griso cuando Sánchez ha dejado de prometer el crecimiento del 7% para este año. Y es que, el Gobierno ha encontrado el chivo expiatorio ideal al que cargarle sus errores de cálculo: la invasión de Ucrania.
"Es evidente que la guerra de Putin en Ucrania está teniendo un impacto no sólo en la economía europea sino también en la economía global y que va a haber una revisión a la baja de las cifras de crecimiento del PIB en España, Europa y el mundo es una certificación, pero eso no significa que no vayamos a crecer", aseguró Sánchez.
Así, en el Gobierno no dudan en achacar la revisión del PIB a la guerra, y aunque es innegable que este conflicto ha agravado el panorama económico de la economía española, lo cierto es que muchos meses antes de que comenzara el ataque a Ucrania numerosos organismos ya avisaban de que ese 7% jamás llegaría -como tampoco llegó el 6,5% de 2021-. Estos son algunos de ellos:
- Banco de España: en diciembre de 2021 el Banco de España estimaba un incremento del PIB del 5,4% en 2022. Con la guerra lo recortan hasta el 4,5%.
- Airef: en enero de 2022 la AIReF estimaba un incremento del PIB del 5,9% en 2022. Con la guerra lo recortan hasta el 4,3%.
- Caixabank: en diciembre de 2021 pronosticaban que el crecimiento del PIB se quedaría en el 5,9%. Con la guerra lo recortan hasta el 4,2%.
- Funcas: en enero de 2022 pronosticaban que el crecimiento del PIB se quedaría en el 5,6%. Con la guerra lo recortan hasta el 4,2%.
- FMI: en enero de 2022 el FMI estimaba un avance del PIB de España del 5,8%. Con la guerra este martes lo han recortado hasta el 4,8%.
- Comisión Europea: en febrero de 2022 el FMI estimaba un avance del PIB de España del 5,6%.
Según los datos anteriores, mucho antes de que Ucrania fuera invadida por Rusia, ningún organismo esperaba ni siquiera un crecimiento económico del 6% para España. La coartada de Putin se desmorona.
Pero no solo es el PIB. El Gobierno también ha responsabilizado a Putin de la escalada de los precios, y en este sentido, la realidad también es muy distinta, porque la energía o las materias primas llevaban disparadas muchos meses antes. De hecho, no hay que olvidar que nuestro país cerró el año 2021 con un IPC del 6,5%, el nivel más alto en 29 años. Ahora roza el 10%.