La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, amenaza con avivar la peligrosa espiral precios-salarios que contribuiría a incrementar todavía más la inflación. Y es que, Díaz ha asegurado este jueves que subir el salario mínimo interprofesional (SMI) es ahora más necesario "que nunca", por lo que quiere elevar este sueldo artificial hasta niveles récord.
"Sin ninguna duda, vamos a subir el salario mínimo y lo vamos a hacer más que nunca, porque estamos en una situación de absoluta excepcionalidad política", ha aseverado Díaz, ante preguntas de los periodistas del Congreso instantes antes de entrar en el hemiciclo para asistir a la sesión plenaria.
El pasado mes de febrero, el Gobierno acordó sin la patronal subir el SMI a 1.000 euros mensuales, lo que supuso 35 euros más que el SMI anterior (965 euros al mes por catorce pagas). En 2023, el Ministerio de Trabajo pretendía seguir aumentando el SMI hasta rondar los 1.049 euros para cumplir su promesa de que este sueldo artificial llegará al 60% del salario medio en España. Ahora, de las palabras de Díaz surge la duda de si pretende superar esta cuantía.
Cabe recordar que las últimas subidas del salario mínimo no solo no han generado empleo, sino que han impedido que se genere. Tanto es así, que el Banco de España calculó que la subida del SMI del año 2019 pudo destruir hasta 173.500 empleos y reducir la tasa de desempleo en hasta 1,1 puntos porcentuales.
Además, este tipo de subidas artificiales de sueldos contribuyen a la generación de una espiral inflacionaria precios-salarios (los conocidos efectos de segunda ronda o segunda vuelta de la inflación). Bajo este escenario, la economía entraría en un estado de subidas de precios que generarían subidas salariales, que motivarían posteriores subidas de precios haciendo que los salarios tuvieran que subir de nuevo para mantener su poder adquisitivo… un círculo vicioso muy dañino para la economía y del que no es fácil salir.
Mientras el Gobierno de Sánchez está planeando un pacto de rentas para intentar que esto no ocurra, Díaz ha subrayado su "apoyo explícito a las movilizaciones sindicales frente a la patronal española" para exigir la negociación de la subida de los salarios. Como si no fuera ella la responsable de la cartera de Trabajo insta a las protestas contra su propia área.