El Gobierno de Pedro Sánchez arranca esta semana el inicio del curso político bajo los peores presagios económicos. No hay un solo indicador que anticipe una mejora de la actividad en otoño, todo lo contrario. Las perspectivas sobre la evolución de la actividad del país avanzan un escenario de recesión cada vez más probable entre 2022 y 2023, con una subida generalizada de los precios que también se prolongará en el tiempo y que continuará ahogando a familias y empresas.
Por ello, la inquietud y la incertidumbre sobre el devenir de la economía española es total, sobre todo, teniendo en cuenta que las políticas llevadas a cabo por el Ejecutivo de PSOE y Podemos han contribuido sobremanera a que España sea la economía europea que peor desempeño ha registrado tras la pandemia (somos el único país de la UE que todavía no ha recuperado el PIB pre-Covid).
Así, próximamente, a los ministros del ala económica del Gobierno se les van a abrir numerosos frentes que van a poner en evidencia el fracaso de sus medidas en cada una de las áreas de las que son responsables. Desde la evolución del PIB a la escalada de la inflación pasando por la sostenibilidad de las pensiones: Calviño, Montero o Escrivá quedarán retratados.
Calviño y sus profecías fallidas
Nadia Calviño ha cometido auténticos fallos garrafales en sus pronósticos desde que se desatara la pandemia debido a su optimismo exacerbado. Y todo apunta a que la máxima autoridad económica del Ejecutivo seguirá equivocándose a lo largo de los próximos meses.
Por ejemplo, Calviño mantiene su previsión de crecimiento para la economía española en el 4,3% este año ignorando que el Banco de España, la OCDE, S&P, la Comisión Europea o el FMI apuestan por un crecimiento inferior (más cercano al 4%). Así, en los próximos meses se podría confirmar otro nuevo error de cálculo de la vicepresidenta.
Por otro lado, la evolución de la inflación ha sido otra de las áreas donde más ha fallado la socialista. Primero, negó la escalada de precios para después calificarla de transitoria, una afirmación que tampoco se cumplió. Tampoco acertó cuando aseguraba que el pico IPC había llegado el pasado mes de marzo porque en julio ya está en el 10,8%, su nivel más alto desde septiembre de 1984.
Aunque el Gobierno no ofrece previsiones concretas del IPC, sí lo hace del deflactor del consumo privado, un indicador similar al IPC que Calviño ha tenido que rectificar y elevar al 7,8% para 2022. Sin embargo, aunque la socialista ha hecho esta corrección, los economistas vaticinan subidas mayores. Otra nueva equivocación a la vista.
Los impuestos de Montero
María Jesús Montero ha mantenido su previsión de déficit público en el 5% del PIB este año y promete reducir el agujero del Estado al 3,9% en 2023, pero con niveles de gasto público récord, lo que implicaría necesariamente aumentar los ingresos.
Teniendo en cuenta la debilidad de la economía española, Montero tendrá que hacer caja subiendo impuestos o creando nuevos (como el último sablazo a la banca y a las eléctricas), así como con el aumento de la recaudación del Estado gracias a la inflación. La ministra de Hacienda se ha negado en redondo a corregir este efecto para aliviar al contribuyente.
Otro de los frentes abiertos de Montero para los próximos meses es que la ministra se está resistiendo a aplicar (indexar) el IPC medio del año 2022 a la nueva subida del sueldo de los funcionarios, lo que le va a ocasionar un duro enfrentamiento con este colectivo, que amenaza con movilizaciones a lo largo del año.
Escrivá, entre los autónomos y los pensionistas
El que sí que ha prometido revalorizar las pensiones respecto al IPC "sea el que sea" ha sido José Luis Escrivá, pero este regalo a los jubilados (un colectivo que aglutina a más de 9 millones de votantes) amenaza con un importante roto a las cuentas del Estado (de unos 13.000 millones) al que habría que habría que sumar la revalorización que finalmente se aplique a los funcionarios.
Sin embargo, mientras el ministro premia a los jubilados actuales con esta suculenta revalorización, Escrivá tiene previsto presentar en septiembre su nueva reforma de las pensiones que puede incluir una ampliación del periodo de cálculo y otros recortes por la puerta de atrás a los futuros pensionistas.
Además, en enero de 2023, Escrivá también dará luz verde al sablazo que subirá las cuotas a los autónomos que ganen más de 1.700 euros al mes y que forzará a todos los trabajadores por cuenta propia a cotizar por sus "ingresos reales".
El maquillaje laboral de Yolanda Díaz
A pesar del optimismo sistemático del Gobierno sobre los datos de empleo en España, las alarmas han saltado en el mercado laboral. Después de conocerse que julio ha registrado los peores datos de empleo y afiliación de los últimos 15 años, Yolanda Díaz y José Luis Escrivá tendrán que enfrentarse a la realidad.
Además, también hay que seguir muy de cerca en los próximos meses el importante efecto maquillaje que esconde la contrarreforma laboral de Yolanda Díaz, que ha prohibido el contrato por obra y servicio y ha encarecido los contratos temporales haciendo que muchos de ellos pasen a la modalidad de fijo-discontinuo, lo que supone un beneficio estadístico importante para el Gobierno. Esto permite al Ejecutivo convertir por arte de magia empleos "temporales" en otros considerados "fijos", aunque esta transformación no signifique que esos empleados vayan a estar más tiempo trabajando que antes, como ya explicamos en Libre Mercado. La alta mortalidad que está registrando esa contratación indefinida ha creado los indefinidos zombies, que son personas firmaron varios contratos indefinidos en menos de un mes.
Las ideas energéticas de Ribera
A pesar de la puesta en marcha de la polémica excepción ibérica y del plan de ahorro energético del Gobierno, el precio de la luz continúa desbocado en España. Tanto es así, que el coste del recibo ha alcanzado este martes los 365,33 euros/MWh, su máximo desde la entrada en vigor de la medida estrella de Teresa Ribera.
La ministra de Transición Energética ya tuvo que desdecirse de la promesa de que la excepción ibérica iba a abaratar el recibo de la luz entre un 30 y un 40%. Ahora, asegura que la rebaja estará más bien entre un 15 y un 20%. Es decir, la mitad de lo anunciado y una cuantía que también está en duda que se cumpla.
Este encarecimiento de la luz se produce con unos niveles del precio del gas TTF en Holanda, de referencia en el mercado europeo, en niveles máximos, donde ayer lunes los futuros cotizaban para septiembre a nuevos niveles máximos de 290 euros/MWh. Por su parte, en el mercado ibérico del gas natural (Mibgas) su precio se intercambiaba a 189,56 euros/MWh. Todo apunta a que Ribera volverá a incumplir.
Por otro lado, la ministra socialista también tendrá que enfrentarse a los empresarios, que se niegan a apagar sus escaparates a las 22:00 o a subir el aire acondicionado en verano y en plena campaña turística.