El gobierno de Palma de Mallorca enfrenta una tensa situación interna. Dos de las formaciones políticas que integran la coalición municipal, MÉS y Podemos, se muestran en contra del turismo y piden limitarlo de todo tipo de maneras. En cambio, aunque el PSOE adopta una postura restrictiva, lo hace sin llegar a los extremos de sus compañeros de gestión. De modo que el entendimiento en materia de turismo no es total y, de vez en cuando, surgen las chispas.
Un ejemplo lo hemos tenido esta misma semana, cuando el área municipal de Turismo, que gestionan los socialistas, ha destinado 1,4 millones recaudados con la polémica ‘ecotasa’ a financiar acciones de promoción turística para influencers o nómadas digitales. Aunque el PSOE insiste en que el alcance de la campaña es amplio y el enfoque necesario, sus socios de gobierno han montado en cólera.
Así, Neus Truyol, la teniente de alcalde encargada de la cartera de Modelo de Ciudad (sí, lo han leído bien…), vinculada a MÉS, ha afirmado en la prensa local que "es evidente que no estamos de acuerdo, vamos a pedir explicaciones y exigiremos a Turismo que se cambie el proyecto". Desde Podemos, el también teniente de alcalde, Alberto Jarabo, asegura que desde su formación rechazan "que se utilice el dinero para promocionar el turismo".
Desde el área de Turismo habían planteado una campaña publicitaria pensada para los meses de temporada baja y centrada en captar a ‘influencers’ y nómadas digitales. Los socialistas insisten en que "únicamente" se trataría de fomentar las visitas en fechas de menor concurrencia de turistas, cuidándose de dejar claro que comparten el grueso del mensaje turismofóbico de sus socios.
Turismofobia imperante
No es la primera vez que se genera una brecha en el gobierno de Palma por este tipo de cuestiones. Por ejemplo, el acuerdo suscrito por el Ayuntamiento con el Real Mallorca Club de Fútbol contempla una campaña de promoción turística titulada "Visit Mallorca" que ha generado tensiones internas por razones muy similares.
Desde Podemos afirman que "la masificación de este verano no se puede volver a repetir" y piden abiertamente que se apliquen "límites y medidas" que restrinjan la entrada de turistas. Por su parte, el alcalde José Hila, del PSOE, aseguró que "agosto ha sido complicado por la masificación turística" y anunció que, desde 2023, primará un turismo de calidad y no de cantidad. Además, se jactó de que Palma "ha prohibido el alquiler vacaciones en pisos y ha limitado la entrada de cruceros".