La subasta comunista ha llegado a su máximo apogeo. Yolanda Díaz ha pedido ya una cesta básica de alimentos con precio intervenido, al más puro estilo populista, y, ahora, Podemos bate el récord y extiende esa petición a la fijación de un precio tasado para las gasolinas y gasóleos. De intervención en intervención, hasta el desastre final económico.
El nuevo discurso de Podemos no se quedará atrás en peticiones de intervención de precios. La carrera por imitar la ruina inflacionista de Argentina ha comenzado. El único problema es que el país que imitan todos ellos es uno, Argentina, con un dato oficial de IPC del 71% y de hasta el 4.412% en los precios de algunos alimentos.
Pero la estrategia de Podemos está ya definida. De hecho, para ser justos, sus deseos de intervención de los precios se plasmaron en un documento de Ione Belarra previo a que Yolanda Díaz mencionara su cesta de alimentos básicos con precio fijado, no por el mercado, sino por sus propios deseos.
Allí, Belarra destacó que se debía "blindar el poder adquisitivo y frenar la inflación", Y ¿cómo se le ocurrió hacerlo? Pues justo con los mecanismos que aniquilan la competencia, limitan el número de productores y la producción y, por lo tanto, acaban logrando justo lo contrario: disparar los precios, como ha ocurrido en Argentina y en todas las innumerables ocasiones en las que, a lo largo de la historia, se ha pretendido bajar los precios por la vía del decreto.
"Este Gobierno tiene que hacer todo lo que esté en su mano para frenar la inflación y proteger el poder adquisitivo de las familias. En este sentido, desde Podemos y al igual que hicimos con las mascarillas y con el tope al gas, proponemos establecer un precio máximo a los combustibles que ponga límite a la escalada de los precios", defiende Belarra y Podemos en su conjunto. "Este precio máximo se sufragaría gracias al impuesto extraordinario a los beneficios de las energéticas", puntualizó en aquella ocasión.
El plan de Podemos se basa, además, en seguir bajando el precio del abono transporte "hasta que cueste 10 euros en todas las comunidades autónomas y cumplir de una vez por todas el acuerdo de gobierno prohibiendo definitivamente los cortes de suministros a personas vulnerables y haciendo que las deudas acumuladas por las personas y las familias en situación de vulnerabilidad sean asumidas por las empresas del mercado eléctrico".
Para "blindar el poder adquisitivo", por otra parte, Podemos defiende "seguir subiendo el SMI según las recomendaciones de la Comisión Técnica que ha asesorado al Ministerio de Trabajo, aumentar en un 15% el IPREM, que es el índice que marca la cuantía de muchas prestaciones sociales en España; así como actualizar las pensiones y los salarios de los empleados públicos de acuerdo a la inflación".
Sea como sea, la carrera comunista y la subasta populista han entrado en escena. La cesta de la compra con precios "topados" que propone Yolanda Díaz, sin embargo, han dividido, una vez más, a los partidos que forman el Gobierno. La vicepresidenta segunda se ha reunido ya con Carrefour y lo hará con todos los grandes distribuidores pese a que las versiones varían por minutos.
Yolanda Díaz y Alberto Garzón, de hecho, han propuesto ya a Carrefour que elabore una cesta con productos básicos y de "calidad" , que irá variando cada semana, "a costa de sus márgenes empresariales de las grandes superficies". Y Carrefour ha entrado al trapo.
Pero, a juicio de la ministra de Defensa, Margarita Robles, Yolanda Díaz se ha metido donde "no le corresponde". Es más, Robles recuerda a la vicepresidenta que "hay aspectos técnicos y económicos que hay que conocer" antes de hablar. Robles, sin citarlo expresamente, se ha posicionado del lado del ministro de Agricultura, Luis Planas, y ha pedido "respetar lo más posible las competencias de todo el mundo". Y es que Planas, directamente tachó la medida de imposible y contraria a la ley. Yolanda Díaz, por su parte, les ha respondido asegurando "el bolsillo de los españoles compete a todo el Gobierno de España".
La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, por su parte, ha asegurado que ella está a favor con una condición: "si estamos hablando es de un acuerdo con las distribuidoras para contribuir también, en su responsabilidad social, con el ajuste con los precios". Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso, sin embargo, ha pedido "cuidado" con este tipo de iniciativas. Y Pablo Echenique ha elevado la apuesta ya ha pedido un cheque y, por supuesto, más impuestos, ahora para los supuestos "beneficios excesivos" de los supermercados.