Las centenares de páginas que forman los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que el Gobierno acaba de aprobar para el año 2023 esconden una larga lista de desagradables sorpresas para los ciudadanos. Uno de los cambios que más desapercibido ha pasado, y que va a dar un susto considerable a muchos dueños de inmuebles el año que viene, es la nueva revisión catastral.
El Gobierno ha plasmado en las cuentas públicas su intención de revisar el valor catastral de un total de 825.000 inmuebles en toda España. Este indicador se usa para calcular el IBI o la Plusvalía Municipal y lo habitual es que se revise al alza, lo que permite a los ayuntamientos aumentar su recaudación. Muchas veces, la subida de impuestos que provoca la revisión catastral pasa desapercibida para el contribuyente.
Sube el IBI y Plusvalía
El abogado de DMS Legal, Alejandro del Campo, explica a Libre Mercado cómo camufla la Administración las subidas del IBI tras actualizar el valor catastral de un inmueble. "Cuando te actualizan el valor catastral de tu casa, no te meten el sablazo del IBI de golpe. Tras notificarte el nuevo valor, te van subiendo el IBI de forma progresiva durante los siguientes 9 años" señala.
Algo similar ocurre con la Plusvalía Municipal. "Los ayuntamientos tienen la potestad de suavizar el palo durante los próximos cinco años" explica el experto. Pero llegar, llega. En este sentido, y como ya ha publicado Libre Mercado, Hacienda también ha subido en los Presupuestos la mitad de los coeficientes para calcular la plusvalía municipal (y los baja en el caso de los inmuebles que se compraron hace más años), por lo que el palo para los contribuyentes que sean víctimas de este tributo al año que viene puede ser doble.
Las segundas residencias tributarán más en el IRPF
Volviendo al catastrazo. Del Campo también alerta de otra importante consecuencia de la revisión catastral que afecta "desde el minuto uno" al contribuyente: la imputación de rentas inmobiliarias en el IRPF.
Hacienda aplica una renta ficticia a los inmuebles que sus dueños no estén alquilando o no sean su vivienda habitual, como las viviendas de veraneo o las que están cerradas. La renta imputable por cada inmueble urbano se realiza con carácter general aplicando el 2% sobre el valor catastral del inmueble que figure en el recibo del IBI o el 1,1% en inmuebles cuyos valores catastrales hayan sido revisados en los 10 años anteriores. "Es decir, que si me elevan mi valor catastral desde los 150.000 euros a los 220.000 euros, en lugar de 1.650 euros pasaría a tributar por 2.640 euros en el IRPF" avisa el experto. "Es un incremento brutal" añade.
"Para mantener los valores catastrales de los inmuebles debidamente actualizados, es necesaria la realización de valoraciones masivas en los municipios donde no resultan acordes con la realidad del mercado, bien porque han quedado desfasados con respecto a la realidad, bien por cambios o modificaciones del planeamiento urbanístico" señala el texto del Gobierno.
Independientemente del color político del gobierno de turno, las revisiones catastrales se vienen incluyendo en los Presupuestos cada año. Este año, el Ejecutivo de PSOE y Podemos ha establecido que sean 825.000 las propiedades que vayan a ser revisadas, la misma cifra que se planteó en los Presupuestos de 2022, pero un número considerablemente mayor a las 500.000 revisiones de 2021. Tarde o temprano todos estos inmuebles verán incrementada su fiscalidad.
Fuentes del Catastro explican a este periódico que las 825.000 las propiedades a revisar son "el resultado del estudio de las solicitudes formuladas por los ayuntamientos hasta la fecha y la antigüedad de las revisiones catastrales".
En la tabla anterior llama la atención la diferencia entre el número de inmuebles presupuestados en estas valoraciones colectivas y los realmente ejecutados. Del Campo achaca este desfase a que "actualizar los valores catastrales es un proceso muy laborioso, pero con la cantidad de big data que lleva un año usando el Catastro, yo creo que esta vez sí lo pueden conseguir".
El nuevo indicador de Montero
El abogado se refiere a que a finales de 2021 María Jesús Montero aprobó un nuevo índice catastral, bautizado como valor de referencia, que es el que ha pasado a convertirse en la base imponible de los impuestos sobre Transmisiones Patrimoniales, Sucesiones o Donaciones.
El Gobierno prometía que este cambio "no produciría una subida de impuestos" mientras que un amplio consenso de expertos opinaba lo contrario. El Gobierno usaría las operaciones que recogen notarios, registradores y el big data para elaborar este indicador, y es por eso por lo que el abogado cree que ahora Hacienda dispone de más agilidad para elevar también las referencias catastrales.
Los dos indicadores -el de referencia y el catastral habitual- conviven en la actualidad. Como se observa también en la tabla hay más de 78 millones de inmuebles en España que pasarán a tener el índice referencia (que se puede consultar en la web del Catastro inmueble por inmueble). En este ejercicio, "el 83% de los inmuebles urbanos" se regirá el valor de referencia, aseguran en el Catastro.
El abogado critica duramente este índice de referencia porque invierte la carga de la prueba en el contribuyente. "Con el nuevo método, el contribuyente primero tiene que pagar lo que diga Hacienda y luego reclamar y demostrar que su casa vale menos", explica. Además también "vulnera el principio de capacidad económica", por algunas de las desorbitadas cifras que genera.