Estamos todo el día hablando de la España vacía (o vaciada). Y es cierto que hay comarcas en nuestro país con una densidad de población más propia de regiones desérticas o polares. Pero, siendo esto cierto, algunas de las peores cifras demográficas de nuestro país no aparecen en las provincias más señaladas por los medios. Tampoco es que Teruel y Soria, por ejemplo, presenten buenos datos de nacimientos o muertes, de edad media o de porcentaje de ancianos sobre el total. Pero las hay (mucho) peores.
Hablamos de las siete provincias más envejecidas. Curiosamente, las siete son fronterizas entre sí (no todas con todas, claro; pero sí están unas junto a otras). Hablamos de Asturias, Lugo, Orense, León, Zamora, Salamanca, Palencia. Son las únicas siete provincias españolas con una edad mediana superior a los 50 años (pronto se les unirán Ávila, Soria y La Coruña). Es una frontera de esas que llaman "psicológicas" que nos ha llevado a preguntarnos qué está pasando en el noroeste peninsular. Por qué en esta zona los datos de nacimientos y de envejecimiento son tan malos.
Las cifras
- Edad mediana: es la edad que deja a la mitad de la población a un lado y la otra mitad al otro. No debemos confundirla con edad media. Si ponemos a todos los habitantes de una provincia en fila por edad, tendríamos en el extremo izquierdo al niño que nació ayer; y en el opuesto, a la derecha, a ese anciano de 105 años al que los periódicos locales hacen reportajes de vez en cuando como el más viejo del lugar. Y alguien estaría justo en el medio, con tantas personas a la izquierda como a la derecha. Ése es el mediano en términos estadísticos.
Pues bien, en estas siete provincia esa edad mediana supera los 50 años, con Zamora a la cabeza con 53,6 años. Esto quiere decir que más de la mitad de sus habitantes supera las cinco décadas de vida. ¿Y eso es relevante? Muchísimo: desde en los temas que habitualmente discutimos en los medios (quien va a trabajar o pagar impuestos en 10-15 años) hasta en cuestiones que parecen más anecdóticas pero tienen su importancia (¿hacemos parques o zonas de paseo? ¿Recursos públicos para mejorar las instalaciones del instituto público o para rampas de acceso en las aceras?).
- 15 años en 40. Este fin de semana que se conmemora la victoria del PSOE de Felipe González, podemos tomarlo como referencia de lo diferentes que eran la España ochentera de la actual también en este aspecto. En aquel año, la edad mediana de nuestro país era de 31 años y sólo Lugo estaba por encima de los 40.
Las siete provincias de las que hablamos han envejecido (en este indicador de edad mediana) quince años en cuatro décadas. Es muchísimo. Probablemente nadie en aquel entonces pronosticaba una realidad demográfica como la que tenemos. Y eso que la llegada de la inmigración ha mitigado una tendencia que, sin ese aporte, sería todavía peor.
Maternidades y funerarias
- El triple de muertes que de nacimientos. Como en estos casos se corre el riesgo de que la catarata de malos números nos arrastre, cogeremos Asturias como ejemplo de lo que ocurre en el resto de provincias. Las cifras son similares en todas pero llaman todavía más la atención en el caso del Principado: provincia costera, tradicionalmente con mucha industria y renta per cápita por encima de la media nacional, varias ciudades grandes... Podríamos decir que de las siete, es la que menos papeletas tenía. Y, sin embargo, es la que tiene peores datos en muchas estadísticas.
Por ejemplo, la proporción muertes y nacimientos. En 2021, nacieron en Asturias 4.780 niños (en realidad, son nacimientos de madres residentes en la provincia) y murieron 13.366 personas. O, lo que es igual: las funerarias tuvieron el triple de trabajo que las maternidades. Es verdad que el saldo total no es tan malo por la inmigración, pero incluso así, es dramático.
Quizás por eso, Alejandro Macarrón, uno de los grandes expertos en este tema, se preguntaba este fin de semana si no hubiera merecido una mención en alguno de los discursos que se han pronunciado en los últimos Premios Princesa de Asturias. El tuit de su Fundación Renacimiento Demográfico es demoledor:
Del hundimiento demográfico asturiano, un año más, ni mención en los discursos de los Premios Princesa de Asturias, el gran evento cultural asturiano-español. Por su ínfima natalidad, Asturias y España tienden a hundirse, @CasaReal, @fpa. Esto recuerda a la orquesta del Titanic. pic.twitter.com/3eIlpCCAVl
— Renac. Demográfico (@ren_demografico) October 29, 2022
- Una región de ancianos. Cuando hablamos de "España envejecida" puede que haya quien piense que es una figura retórica, de esas a las que estamos tan acostumbrados los periodistas. Pues no. Es la realidad. De nuevo, tomamos el ejemplo de Asturias aunque nos serviría cualquiera de las otras siete. Según el INE, en 2021 vivían en esta provincia:
- De 5 a 9 años: 35.686 habitantes
- De 10 a 14 años: 41.986 h.
- De 60 a 64 años: 81.267 h.
- De 65 a 69 años: 72.657 h.
Como vemos, ni siquiera tenemos que agrupar a todos los ancianos o a los mayores de 65 años. Simplemente cogiendo el grupo de edad de 60 a 64... ¡ya tenemos un colectivo más numeroso que el que forman todos los niños de 5 a 15 años de la región! ¿Qué tipo de políticas se van a aplicar y demandar con esta estructura demográfica? ¿Qué futuro espera a los asturianos del presente? Porque, además, los niños de ahora son los hijos de las cohortes nacidas en los ochenta, que eran menores de las anteriores, pero mucho más numerosas que las actuales. ¿Quién tendrá hijos en 2030-35?
- Los porcentajes: con todo esto, no es extraño que las siete provincias de las que hablamos tengan un porcentaje de habitantes de la tercera edad que supere el 25%. La media nacional es el 20%, pero nuestras siete protagonistas de hoy están por encima del 26%, con Zamora y Orense con más del 31%. Como en demografía, además, las tendencias son más fáciles de anticipar que en otras cuestiones, no hay muchos motivos para ser optimistas. Lo normal es que estos datos vayan empeorando en las próximas décadas. Sólo podrían cambiar en el improbable caso de que:
- se disparase la natalidad, y nada indica que vaya a ser así
- o hubiera un aporte inmigratorio masivo, que tampoco se intuye para estas regiones, entre otras cosas porque, en todo el mundo, los inmigrantes suelen acudir a las zonas más dinámicas y con más oportunidades laborales. ¿Qué oportunidades laborales más allá del sector de la salud o los cuidados pueden encontrarse?
Las razones
En la conversación políticamente correcta, las causas de estas cifras siempre son la falta de oportunidades laborales, la ausencia de políticas públicas o las dificultades para la conciliación. Pero no parece que estas razones nos aporten demasiado para explicar por qué estas provincias destacan sobre otras. Ni son las que tiene más paro, ni las más pobres ni es más difícil tener hijos en Zamora que en Almería (la provincia con la edad mediana más baja de España tras Ceuta y Melilla).
Alejandro Macarrón reconoce que no tiene las claves que explican por qué esta zona de España destaca, en sentido negativo, en este aspecto. Pero para empezar a investigar, apunta en otra dirección:
Esta situación se da en todo el noroeste. Un poco suavizado en La Coruña y Pontevedra respecto a Orense y Lugo, y también afecta a tope a Palencia, Soria, Salamanca y hasta Cáceres. Incluso Cantabria y Vizcaya. También tienen cifras parecidas Ávila y Segovia, pese al efecto Madrid, y Cuenca o la Guadalajara no ligada a Madrid.
Yo creo que la causa última está en el contagio social de valores entre vecinos. Y hay diferencias entre lugares cercanos: por ejemplo, Cáceres está más como Castilla y León (peor) y Badajoz más como Andalucía (mejor).
Ahora mismo, la menor natalidad de España y Europa se da más o menos ex-aequo entre Canarias (sí, Canarias) y Asturias. ¿Por qué Canarias tan tan mal? Ni idea.
Otra cosa que cuenta es que la gran mayoría de esas provincias tienen menos inmigración que la media nacional. La inmigración maquilla las cifras más duras del invierno demográfico español (saldo negativo entre nacimientos y muertes y envejecimiento social). Y claro, tienen menos maquillaje y se nota más lo fatal que están (aunque esto sólo explica una parte de su situación tan diferencialmente peor).
Asturias y Canarias sí tienen un factor diferencial entre todas las CCAA: tienen la mayor tasa de embarazos abortados de todas, y la menor fecundidad de España y Europa. Eso explica algo de su particular desastre; creo que este tema no incide tanto en otras de esas provincias especialmente afectadas por el invierno demográfico, con tasas de aborto más en línea con la media nacional. Si en Galicia se abortase como en Asturias, estaría igual de ‘requetefatal’ en fecundidad, en lugar de como está, ‘simplemente’ fatal.