Ángel Gaitán, el mecánico de Aranjuez que le ganó un juicio a Elon Musk, se ha convertido en uno de los mayores expertos en vehículos eléctricos de este país y en una leyenda de las redes sociales. Sus 1,7 millones de fans (solo en TikTok) siguen sus vídeos sobre reparaciones, consejos de mantenimiento y opiniones sobre los últimos modelos que salen a la venta. Gaitán también comparte esos conocimientos con otros mecánicos a través de su escuela de formación. Por ese motivo, desde Libre Mercado hemos recurrido a él para contestar a una pregunta muy concreta: ¿Es posible acabar con los coches diésel y gasolina para el año 2035, tal y como pretende la Unión Europea?
La venta de coches de combustión, incluidos los híbridos no enchufables, estará prohibida en cualquier país de la Unión Europea a partir del 1 de enero de 2035. Además, el objetivo del Gobierno de Pedro Sánchez es que para el año 2030, al menos 5 millones de los vehículos españoles sean eléctricos. Sin embargo, las matriculaciones de este tipo de coches apenas representaron un 10% del total en el segundo trimestre de 2022, según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA). A este ritmo, va a ser muy difícil, si no imposible, alcanzar ese objetivo.
Gaitán lo tiene claro: "Ni de coña estamos preparados para que todo el mundo tenga un vehículo eléctrico para 2035". Uno de los primeros impedimentos, especialmente en la actual crisis energética, es la potencia eléctrica necesaria y el precio de la luz. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los hogares ya hay dos coches por unidad familiar: "En mi casa yo he tenido que rehacer mi instalación completa. He metido energía fotovoltaica, llenado el tejado de mi casa con placas y, con más de 9 kw de potencia contratada, como conecte por la noche los dos coches y el horno, se va todo al carajo. Además la tarifa de la luz ha subido muchísimo y lo que antes era cargar un coche por 8 – 9 euros, ahora son 15 – 20 euros".
El segundo gran problema, también relacionado con la carga de los vehículos, es la escasez de puntos de recarga. "Lo que antes era ira a cargar el vehículo a un centro comercial de forma sencilla, ahora no lo es. Ahora las plazas están llenas, los cargadores no funcionan, ya nada es gratis… Incluso las instalaciones de muchas empresas que tienen carga eléctrica ya no funcionan o tienen precios abusivos", señala Gaitán. Y aunque "sigue siendo más barato que el motor de combustión", lo cierto es que "Europa tendrá que hacer un giro en su estrategia y tendrán que frenar o modificar la norma Euro 7, porque no estamos preparados bajo ningún concepto", afirma.
Y tercer lugar, el problema de obligar a la población a pasarse al vehículo eléctrico es que el gasto inicial no se limita exclusivamente a la compra del coche: "Ahora mismo, con la situación económica que hay, no puedes decirle a la gente que tiene que comprar un coche de 40.000 euros, hacer una inversión de al menos 20.000 euros en casa para tener una buena infraestructura, una buena red, un buen cargador… no le puedes decir a alguien en la situación que estamos que haga ese esfuerzo".
Los talleres: "Miedo ante lo desconocido"
Aunque las reparaciones de los vehículos eléctricos son más sencillas que las de un motor térmico porque, según explica Gaitán, es cuestión de sustituir unas piezas por otras, no hay suficientes talleres preparados. "Nosotros en nuestra academia no paramos de dar cursos de vehículo eléctrico y hay mucha demanda porque los talleres tienen miedo ante lo desconocido".
Aunque el propio Gaitán lleva nueve años usando el coche eléctrico en su día a día, reconoce que cada día encuentra problemas nuevos. "Aquí en el taller hubo dos incendios de baterías. Con la tormenta Filomena, el agua cayó sobre tres baterías y dos se prendieron fuego. Los bomberos precintaron el taller 15 días porque no sabían qué hacer. Lo llenaron de sepiolita (un mineral absorbente), como les recomendé, porque no tenían un plan de actuación. Pero no existe ni aquí, ni en Estados Unidos", cuenta Gaitán.
Hace unos días, el mecánico publicó un vídeo en sus redes sociales durante una convención de coches en Las Vegas en el que se ve cómo se incendia un vehículo eléctrico parado y apagado. "No te haces idea de cómo olía aquel humo. Los bomberos estuvieron más de una hora intentando apagarlo y desistieron. Y hay que pensar en el usuario que tenga ese vehículo en su casa. Yo mismo tengo un vehículo en el garaje y yo no sé. ¿Y si esto me pasa mientras duermo? ¿Ese humo es tóxico? ¿Me va a matar? Y estas cosas pasan. ¿Estamos preparados para meter un vehículo eléctrico en casa sin seguridad, sin una puerta ignífuga? Serán unos requisitos que tendremos que adaptar con el tiempo.
Por ese motivo, insiste, "no estamos preparados, ni muchísimos menos. Y el 2035 está a la vuelta de la equina. La cuota de mercado es muy pequeña e irá creciendo. Pero quitar todos los vehículos de combustión y meter solo eléctricos no es viable".
El coche eléctrico: no tan ecológico
Uno de los componentes principales de las baterías de los coches eléctricos es el litio, un mineral caro, escaso y cuyo refinado está principalmente en manos de China. La conclusión es simple: "Ahora mismo no hay baterías para todos". Según Gaitán, "todavía falta mucha investigación. No es posible que tengamos los problemas que tenemos de autonomía".
Aunque se declara un gran defensor del eléctrico, Gaitán reconoce que cada día está "un poco más decepcionado con la gestión del eléctrico" y alerta de que ante el argumento de las emisiones cero esgrimido por la UE para la prohibición de los coches de combustión, deberían considerar cuánto se contamina para producir la batería de un coche eléctrico y los residuos que genera cuando queda inservible.
"Reciclar una batería de litio hoy en día es impensable. Yo estuve aquí con cuatro ingenieros que trabajaban en un proyecto de reciclado y separar las partículas de las celdas es tan caro que nadie ha querido hacerlo. Y mi pregunta es: ¿Qué se está haciendo con esas baterías? Yo las estoy reutilizando para almacenar electricidad para un proyecto personal. Pero, ¿qué están haciendo los fabricantes con esas baterías? ¿Alguien controla lo que se hace?". La respuesta la da él mismo: No.
"Los residuos tienen que controlarse. Si yo pido 25 baterías, debería devolver otras 25. Pero no hay control, ni de dónde acaban ni de cómo se reciclan". Gaitán explica que tras el incendio de las dos baterías debido a Filomena, tuvo que pagar un transporte especial de 10.000 euros para que se llevasen las baterías a Portugal. "Aquí no había nadie que pudiera gestionar ese residuo. Ni de coña estamos preparados. ¿Hace falta un cambio para que las cosas vayan a mejor? Sí, pero ambos coches son compatibles. Al final va a haber usuarios de vehículos eléctricos y usuarios de vehículo térmico. No podemos prescindir de esos coches."
Incertidumbre normativa y retrasos en las ayudas
Los constantes cambios en la legislación suponen un dolor de cabeza para todos aquellos que se plantean comprar un coche nuevo. Incluso aquellos que hace poco optaron por un híbrido no enchufable para sortear las restricciones de circulación en el centro de las ciudades, ahora han recibido la desagradable sorpresa de que sus vehículos, hace no mucho considerados ecológicos, pasarán también a estar proscritos a partir de 2035.
Gaitán comenta que esta es la preocupación de muchos clientes que recurren a él para consultar qué tipo de coche deben comprar: "A veces es muy complicado asesorarles porque me preguntan qué pasa si cambia la normativa. Y estamos en esa tesitura. Yo estoy muy en contra del tema de prohibir. Yo puedo recomendar que no se utilicen vehículos sin etiqueta, muy antiguos, que contaminan... pero tengo que facilitar la compra de uno eléctrico".
Otro de los problemas, destaca, es que no hay ningún tipo de eficiencia en el reparto de ayudas para cambiar el parque móvil. "Yo puse placas solares para cargar los coches de empresa y más de un año después, no he recibido ni un euro de la subvención". Y lo mismo ha sucedido con el cargador que instaló en su propia casa: "Lo puse hace dos años y recibí la subvención hace cuatro meses. Lo primero que hay que hacer es que las cosas funcionen. Yo necesito el dinero ahora, porque el señor que viene a montar las placas me las va a cobrar ahora. Todo eso hay que agilizarlo si realmente el objetivo es el año 2035. Pero no es así. No estamos preparados".