Mientras todos los países, incluido España, aprueban medidas para acabar con el coche de combustión, Suiza se está planteando prohibir los vehículos eléctricos para ahorrar en caso de una grave crisis de energía. La medida se ha incluido dentro del plan de emergencia para el invierno anunciado por el Gobierno, aunque todavía no se ha aprobado.
En caso de grave escasez de electricidad, Suiza se está planteando prohibir el uso de coches eléctricos para viajes "no esenciales". Uno de cada cincuenta coches suizos funciona exclusivamente con electricidad, así que la medida ha provocado el enfado de muchos ciudadanos que en los últimos años han abandonado el motor de gasolina, según relata el medio suizo RTS.
La posibilidad de restringir los horarios de recarga y limitarlas únicamente a las horas valle tampoco es una opción para el gobierno suizo. Argumentan que es preferible restringir totalmente el uso de vehículos eléctricos para dedicar esa energía a otras necesidades, según la Oficina Federal de Abastecimiento Económico del país. "El momento en que se recargan los vehículos eléctricos no influye".
Además de la prohibición de utilizar los coches eléctricos, el gobierno también han planteado otras medidas de ahorro como pedir a los ciudadanos que limiten la temperatura de sus lavadoras a un máximo de 40°C; limitar la calefacción de los edificios públicos a no más de 20°C, excepto en el caso de los hospitales y asilos de ancianos. En el caso de que la crisis se agrave, también se prevén cortes de agua caliente en los baños públicos, se prohibirá el aire acondicionado en las casas privadas e incluso el uso de los sopladores de hojas eléctricos.
Aproximadamente un tercio de la energía de este país proviene de la energía nuclear, que el gobierno se ha comprometido a eliminar gradualmente, y el resto proviene de una combinación de plantas tradicionales de combustibles fósiles y generación solar o eólica.