La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha indicado este lunes que el hecho de que varios banqueros españoles cobren más de un millón de euros al año pone de manifiesto que está "claro" que es "preciso" establecer un impuesto sobre los beneficios extraordinarios del sector bancario.
Calviño, que asistió el desayuno informativo del presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), José Manual Campa, ha afirmado que está "claro" que el sector bancario tiene "margen suficiente" para que dicho impuesto temporal no se repercuta en una subida de los costes para los ciudadanos. "La evidencia es clara y no entiendo cómo el PP no apoyó este gravamen. Espero que mañana convalide y apoye el decreto de medidas de diciembre (para controlar la inflación, como la rebaja del IVA de los alimentos), que son necesarias para el crecimiento económico", ha reiterado.
De esta manera el Gobierno insiste en mantener su línea al condenar la riqueza promoviendo el aumento de la presión sobre los contribuyentes. Tanto es así que el esfuerzo fiscal en España supera ya en un 53% la media europea. Las peticiones de Calviño muestran la insaciabilidad del fisco que ya ha causado quejas en el sector bancario como la de María Dolores Dancausa, la consejera delegada de Bankinter que denunciaba el pasado 19 de enero el impuesto a la banca. "El impuesto no nos lo tendrían que haber puesto nunca. Y máxime cuando además dicen que la economía de España va a ir muy bien. Pues si va a ir muy bien, ¿por qué hacen unas subidas excepcionales y generan mayor presión fiscal? Yo no lo entiendo".
Estas medidas, además, aumentan el riesgo de perder inversiones extranjeras. Tal y como publicó Libre Mercado el pasado 12 de Enero, la Comunidad de Madrid realizó una estimación del impacto del Impuesto a las Grandes Fortunas de Sánchez y determinó que peligraban hasta 1.600 millones de inversión extranjera, 1.420 millones anuales del PIB y 19.500 empleos además de que provocaría un descenso en la recaudación.
Por otro lado, la ministra ha recordado que el Gobierno aprobó en diciembre el decreto de medidas para controlar la inflación, que incluye la rebaja del IVA de los alimentos, y ha señalado que hay que ver cuál será el impacto de dichas medidas, aunque ha confiado en que se produzca "lo antes posible" una rebaja del precio de la alimentación.
Finalmente, sobre la subida del SMI, Calviño ha apuntado que el grupo de expertos ha puesto sobre la mesa una horquilla y ha deseado que los agentes sociales puedan llegar a un acuerdo que "oriente" al Gobierno en la toma de decisiones. La ministra se ha mostrado partidaria de encontrar una subida que permita seguir con el proceso "positivo" de creación de empleo y recuperar al mismo tiempo la capacidad adquisitiva de los salarios. Sin embargo, las pretensiones de la ministra ignoran el efecto negativo que ha tenido la última subida del SMI pues se estima que esta medida provocó que un total de 217.500 trabajadores se quedaran sin empleo.