
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, sigue mostrando el escozor que ha provocado el traslado de la sede de Ferrovial a los Países Bajos y ha reiterado el rechazo del Gobierno. Una decisión que, según ella, "no tiene nada que ver con alguna acción u omisión por parte del Ejecutivo", ya que "a las empresas españolas les va muy bien con este Gobierno".
Y si les va bien no es precisamente gracias a la labor del Ejecutivo de Pedro Sánchez que no hace nada más que poner trabas e impuestos a las mismas. Por no hablar de los insultos y menosprecios que desde algunas sillas del Consejo de Ministros se vierten contra empresarios como Juan Roig o Amancio Ortega.
Pero está claro que este Gobierno en general y la vicepresidenta en particular viven en una realidad paralela, la misma que le lleva a declarar que en la compra de su casa "se ve la bajada de los precios".
En una entrevista publicada en La Vanguardia este domingo, Calviño ha asegurado que la información que tiene el Gobierno y los análisis técnicos plantean "muchas dudas" sobre los argumentos que se han dado para justificar esta decisión, que ha calificado de "errónea".
Críticas a Del Pino
En consonancia con el presidente Sánchez que acusa a Rafael del Pino de ser poco patriota, Calviño considera que si una empresa emblemática, que ha llegado a ser una gran multinacional gracias al apoyo de todos los gobiernos que ha habido en España, "alega argumentos que no se sostienen" para trasladar su sede fuera de sus fronteras, "demuestra muy poco compromiso" con su país.
Y encima echa balones fuera y quita responsabilidades al Gobierno por la política fiscal salvaje y la inseguridad jurídica que lleva desempeñando. Porque, según Calviño, la decisión "no tiene nada que ver con el Gobierno español o con alguna acción u omisión por parte del Ejecutivo", a la vez que ha asegurado que España es un país con una "altísima seguridad jurídica", lo que atrae importantes inversiones internacionales.
Ha recordado que desde que la actual coalición llegó al Gobierno, Ferrovial ha conseguido ganar licitaciones de obra pública por más de 1.000 millones de euros. Una afirmación que pone en duda la legitimidad de los concursos a los que se presenta y gana la empresa.
La vicepresidenta ha asegurado que en España hay "muy buenos empresarios" y que el Gobierno ha demostrado que "está comprometido con ellos", ya que ha realizado una política económica "coherente, responsable y equilibrada". "A las empresas españolas les va muy bien con este Gobierno", ha resaltado.