Comienzan a verse las nefastas consecuencias de la decisión de la UE de prohibir los coches de combustión para el año 2035. Y es que Ford España acaba de anunciar que realizará un despido masivo de unos 1.144 empleados en Valencia para ajustar la plantilla a la producción prevista para los próximos años.
En concreto, ha anunciado a los sindicatos un ERE que afectará a la fábrica de Almussafes la cual se componía, hasta ahora, de 5.900 trabajadores. La empresa ha decidido dejar de producir los modelos S-Max y Galaxy para acelerar su estrategia hacia la electrificación condicionada por las medidas de Bruselas. La factoría valenciana, por tanto, fabricará solamente el modelo Kuga – que es actualmente el que más peso tiene – y comenzará a generar vehículos eléctricos.
De esta manera, Almussafes comenzará a producir a partir de 2025 los eléctricos GE2. El problema surge ahora, pues esto obliga a modificar los factores de producción.
Ford reconoce en una comunicación interna que esto obedece a algo que está afectando a toda Europa. "Ford está llevando a cabo una reestructuración profunda de sus operaciones en Europa y hoy ha dado un paso más anunciando un redimensionamiento de su plantilla en España". Además se compromete a remitir todo lo posible los efectos de esta decisión. "Trabajaremos conjuntamente y de manera constructiva con los sindicatos para minimizar el impacto de esta decisión en los empleados, sus familiares y la comunidad local".
Por su parte, el portavoz de STM-Intersindical, Daniel Portillo, ha dicho que la pérdida de estos empleos es algo "drámatico" que no auguraban. "Siempre hemos esperado que fuera un dato inferior" y lo sucedido es algo que causa "tristeza porque va a afectar a más plantilla" de lo que se había previsto. Además, avisa de que el ERE afectará también a personal de Madrid.