Demasiado tiempo le ha durado la cordura al secretario general de UGT, Pepe Álvarez. Ayer mismo afirmó en un acto que, si una persona "rechaza una oferta de trabajo" estando cobrando cualquier subsidio –como el paro o el Ingreso Mínimo Vital– el país debería "plantearse si debe seguir cobrándolo o no".
Las palabras del líder sindical, recogidas por Libre Mercado, despertaron cierta sorpresa y revuelo por tratarse de una postura contraria a los posicionamientos tradicionales del sindicato izquierdista. Pues bien, Pepe Álvarez apenas ha tardado un día en desdecirse de sus palabras. ¿A qué se debe este repentino cambio de postura? ¿Quizás haya visto peligrar las jugosas y crecientes subvenciones otorgadas por el Ejecutivo?
En concreto, Álvarez ha negado hoy viernes haberse mostrado favorable a retirar la prestación por desempleo y otros subsidios públicos a los parados que rechacen ofertas de trabajo y hayan recibido formación para ello, pese a que fue exactamente lo que afirmó ayer. "Es una simplificación en la que no me veo nada representado", ha explicado.
El líder sindical, que parece no sentirse representado por su propias palabras, ha sido preguntado por si podía matizar su discurso de ayer. "Lo niego", ha indicado, y ha asegurado que se trata de una simplificación de una conferencia de hora y media en la que expuso los problemas que tienen los desempleados en España para formarse.
Así, ha tratado de explicar que en ningún caso ha defendido la idea de que se le quite a nadie los subsidios públicos, porque España es un país que tiene unas prestaciones "realmente ridículas".
"¿Cómo vamos a decir eso si en este país hay colas de personas esperando para recibir una bolsa de alimentos? ¿Si hay decenas de miles de personas que viven en la calle?", ha insistido, si bien la pregunta debería hacérsela a él mismo, que es quien afirmó hace unas horas que el país tendría que replantearse el pago a los parados si rechazan un empleo.